Juan Tomas Olivero Figuereo
Continuamos en este Pentagrama con la segunda de una serie de cuatro publicaciones, en la cual se mantiene como objeto de análisis la línea de investigación presentada por el autor de esta columna al término del curso: Globalización y Derecho Ambiental del doctor Xabier Eceizaberra del programa de la Escuela de doctorado Universidad del País Vasco UPV/Ehu (España)-Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD (RD).
Como segunda publicación de cuatro, responde al enfoque Problemas Éticos medioambientales en la construcción social de la Paz, en el marco de la línea de investigación “Ética, Medio Ambiente y la Guerra en Ucrania”. Reitero el respeto a la integridad del texto presentado en el ámbito académico, de ahí la naturaleza técnica del lenguaje y lógica interna monotemática propia del modelo de investigación.
“¿Por qué la guerra? ¿Por qué abordar el tema medio ambiental desde la perspectiva de la ética y la guerra?
La tentación de este tratamiento, en la primera pregunta que nos hacemos, tiene por fin establecer los dilemas éticos y morales en su relación con el medio ambiente y el respeto a la naturaleza. Problemas que se manifiestan en la defensan, protección y conservación del medioambiente y, comportamientos que son moralmente una obligación de garantías para la vida y la existencia en el planeta. “Una Sociedad es tanto más rica moralmente cuantas más posibilidades ofrece a sus miembros para que asuman la responsabilidad personal o colectiva de sus actos” (Adolfo Sánchez Vázquez, 1969, pág.52).
Al establecer este enlace conceptual entre la guerra, la ética y su impacto al derecho a un medioambiente seguro, sano y sostenible; presuponemos, con ello, la guerra como un ataque a valores que independientes de épocas y culturas, en cualquier tipo de moral; que representan y son admitidos como signos y sentido valiosos: la solidaridad, la amistad, la lealtad, la honradez, etc.- por lo que adquieren cierta universalidad. En cambio, la guerra es sostenida por vicios morales como: la soberbia, la vanidad, la hipocresía y la perfidia que son rechazados por una u otra moral.
Toda guerra como comportamiento humano, responde a una estructura de acto moral. Pero, antes de entrar en sus intríngulis, debemos precisar que además el acto moral se desarrolla en dos planos: el normativo(reglas) y el fáctico(voluntad).
Aquellos actos que enuncian el deber están orientados por reglas de comportamientos que indican la forma de obrar. El ser humano frente a sus congéneres y la naturaleza no solo sigue normas y reglas morales, actúa, también, en consonancia con la voluntad. Desarrollando comportamientos por situaciones no prescripta en ninguna norma sino siguiendo libertad y sentido de conveniencia, en otras palabras, de forma fáctica. Este acto o hecho moral fáctica como comportamiento en el desarrollo de la guerra es el fenómeno de moralidad predominante, dada la razón de que las cosas se deciden fundamentalmente en el camino y en el teatro de guerra. Esta razón moral es lo que devela la forma más despiada de la guerra con la vida humana y el conjunto de seres vivientes que configuran el hábitat.
La estrategia militar desde la perspectiva ética, sentido este, que tiene por fin desmoralizar al otro con acciones que destruyan su modo de sobrevivencia y supervivencia protegidas de manera especial por escudos ambientales (trincheras y guarniciones…) es la más devastadoras de la cosa ambiente como objetivo militar.
En este sentido, el carácter ético de la guerra tiene y crea la necesidad de establecer reglas que han de observarse y que organismo como la ONU y las convecciones, pacto, declaraciones, acuerdos y resoluciones y de manera relevante el Derecho Internacional y la Corte Penal, tratan establecer los límites morales de convivencia civilizada que no se pueden transgredir: no agresión a un miembro de la organización, no objetivos civiles, no saquear los bienes, no atacar edificaciones escolares, hospitales y residenciales, el no uso de armas química, respetar los recursos naturales y productivos de la nación invadida y la proscripción de los crímenes de guerra en su más amplio sentido. Topes jurídicos y morales violados con la invasión a Ucrania.
Para entender con mayor profundidad esta connotación legalista entre la ley y el deber moral, vamos apelar al filósofo eticista José María Torralba en su análisis del sentido legalista y el derecho natural.
…”es el sentido en el que lo moral quedó configurado en función de lo debido y el deber moral adquirió el sentido jurídico procedente de las teorías racionalista del derecho natural. La le ley y el deber moral ocuparon así el lugar que hasta entonces correspondía al bien humano teleológicamente constituido. Por último, la virtud pasó a significar la capacidad de seguir las leyes (Carlos Massini-Correas, 2019, pág.132).
Para el armado y desarrollo de este trabajo utilizo dos textos y autores como fuentes relevantes en mis análisis: Ética de Adolfo Sánchez una visión clásica Aristotélica, platónica, tomista; que aborda de forma magistral desde los cirenaicos, epicúreos, estoicista hasta el pragmatismo, utilitarismo, marxismo y el psicoanálisis moderno. El segundo texto, de Carlos Massini-Correas, en el que aborda un enfoque del constructivismo y realismo Ético, una visión alternativa contemporánea de la ética.
Del primer pensador asumiremos para este tema el aspecto más complejo. La estructura de todo acto moral en la que destacaremos sus fases y articulación en sus cuatro momentos de realización:
Motivo: Se manifiestas la consciencia y la razón del acto. Un acto moral puede tener diferentes motivos. Es lo que impulsa la acción a perseguir determinado fin.
La Conciencia del Fin que se persigue. Toda acción específicamente humana exige ciertas condiciones de un fin, o anticipación de resultados, el ideal que se presupone ser un acto voluntario, se expresa en la búsqueda consciente del resultado prefigurado en la realización del acto moral y, la guerra no escapa a este principio del acto moral.
Empleos de los medios El agente moral en este sentido no solo debe responder a lo que persigue, sino, a los medios de que se vale para alcanzarlo y realizar el acto moral.
Resultados. Toda realización de acto moral llega a su plenitud con los resultados alcanzados”.
¿Cuáles son los resultados de la guerra y que moralidad los orienta? ¿son justos los medios que se emplean para alcanzar el fin que se persigue con la invasión rusa a Ucrania? ¿los 300 mil reservistas convocados por Putin marcan la decadencia de la era del invasor ruso Vladímir Putin? ¿la necrofilia y fracaso en que está atrapado Vladímir Putin en Ucrania como signo de decadencia humana y moral da derecho al invasor ruso a amenazar el mundo con una hecatombe nuclear?
En nuestra tercera entrega de Pentagrama abordaremos el tema medio ambiental y la guerra desde otra óptica. Será una reflexión teológico-mística con tres grandes momentos de la historia de la Iglesia: San Francisco de Asís (1327 y 1337) y las Florecillas; Juan XXXII Pacem In Terris (11 de abril de 1963) y, Laudato Si’ (2020-21) del PP. Francisco en el marco de esta reflexión bajo el tema: “Ética y compromiso de fe con el medio ambiente”.
Massini-Correas, C. (2019) Alternativas a la Ética Contemporánea. Constructivismo y Realismo Ético (1ra ed.). Madrid, España. Ediciones Rialp.
S. ChurchLand, P. (2020) El Cerebro Moral. Lo que la neurociencia nos cuenta sobre la moralidad. (1ra ed.) Barcelona, España. Editorial Planeta, S.A.
Sánchez V., A. (1969) Ética. Tratados y manuales Grijalbo. (1ra ed.) México, D.F. Editorial Grijalbo, S.A.
R/F https://acento.com.do/opinion/la-guerra-el-arma-despiadada-del-neoliberalismo-y-el-putinismo-9042396.html
*Autor: Filósofo- Abogado, Profesor Titular UASD
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