Dr. Rafael Fernández Matos
Desde su fundación, Barahona ha sido un pueblo bendecido por Dios y por la naturaleza. No por casualidad se le identifica como la Perla del Sur, con una belleza exuberante y un contraste de colores marinos en el paisaje de sus costas, a lo que se suman el verdor de sus montañas y los efluentes de aguas cristalinas y frías que enriquecen su flora y fauna.
Barahona es un destino privilegiado para el desarrollo del turismo de la región, sobre todo del turismo interno. La Loma del Curro y punta Martín García, ofrecen un escenario en el que se funden en un blanco perla con las espumosas olas del mar Caribe.
La majestuosa desembocadura del río Yaque del Sur, el Cayo, Punta Inglesa y los manglares, con un dorado y cobrizo amanecer del Alba en el que se entremezclan cielo, nubes y olas en los rayos infinitos del sol. Al atardecer, en fase de luna llena, se observa como si fuese un rayo de luz que traza un camino celestial hacia el encuentro con la luna, infiriendo en quien observa sublimes emociones intangibles.
Toda la costa de Barahona ofrece playas de belleza indescriptible, desde El Cayo, Punta Inglesa, Saladilla, Río Caño, Playa Azul, El Quemaito, Bahoruco, La Ciénaga, San Rafael, Paraíso, Los Patos, Los Blancos, Enriquillo hasta Los Cocos, de blanca arena y gravilla gris.
Apoyada por ríos de aguas cristalinas que adornan todo el litoral costero, El Birán, Rio Caño, Bahoruco, Paraíso, San Rafael, Los Patos y varios arroyos de menor magnitud. Barahona posee una red montañosa de copiosa vegetación y variados microclimas.
Los recursos naturales y bosques que la adornan identifican una alta vocación forestal con niveles de calidad. La presencia de bosques y la biodiversidad existentes en las zonas montañosas invitan a la implementación y desarrollo de un turismo ecológico de montaña que complemente el turismo de sol y playa; estimulando el crecimiento sostenido de la economía de la provincia, tomando todas las normativas necesarias y suficientes para proteger el ecosistema ambiental.
La creación de un corredor o anillo ecológico desde Bahoruco, La Ciénaga, Paraíso, Enriquillo, Polo, Cabral, Salinas, Fundación, Peñón, Vicente Noble y Cachón hasta retornar a la ciudad de Barahona.
Estación de parada en el Polo Magnético y contemplación desde la altura de la laguna de Cabral, visitando las minas de sal y yeso de Las Salinas, explicando la importancia de su explotación e incidencia histórica en la economía de la provincia.
Promover el ciclismo de montaña, excursiones de montaña y el senderismo para la observación de aves y especies endémicas de la zona, caminatas saludables y proyectos de hábitos de mejora continua para el descanso y la salud.
Es obvio entender que las economías con abundantes recursos naturales, como lo es el caso de Barahona, tienden a presentar un menor crecimiento económico, que aquellas que tienen escasos recursos naturales.
Esto se explica por la falta de aprovechamiento de esos recursos naturales y por la no existencia de una Estrategia de Desarrollo que comprometa al liderazgo político, económico y social de la provincia.
¿Qué debemos hacer? El establecimiento de la planificación económica que tiene como finalidad exhibir la mejor forma posible de utilización de los recursos disponibles en su totalidad.
Una gestión pública y privada estable, comprometida con el crecimiento de la economía, amparada en una alianza público-privada fuerte. Establecimiento de un marco regulador urbano y turístico, el caso que nos asiste, con altos niveles de competitividad. Por ejemplo, el Cruce de Vicente Noble y el Cruce de Cabral están ambos arrabalizados y militarizados. ¿Qué piensa un turista al presenciar este escenario? Cuando debe construirse un parador artesanal que muestre altos niveles de calidad y servicio.