El Fondo Monetario Internacional (FMI), recomendo a los gobiernos que trasfieran al consumidor final los costos crecientes de la energía y dejen de intentar paliar el impacto en la ciudadanía mediante subsidios y reducción de impuestos.
Según un informe del organismo, seguir esta recomendación contribuiría al ahorro energético y a una transición más rápida desde los combustibles fósiles a las fuentes verdes de energía.
Mientras tanto, los gobiernos europeos han recurrido a políticas destinadas a contrarrestar el alza de los precios con medidas de contención generalizadas, como reducciones de impuestos, subsidios y control de los precios.