La nueva ley derogaría otra legislación vigente que exige a todo aquel que desee cambiarse de género pasar por un largo trámite, procedimiento que incluye hasta ahora dos informes psicológicos, que tienen un costo aproximado de 1.000 euros cada uno.
Con el nuevo estatuto se eliminarían esos requisitos y cualquier persona mayor de 14 años podrá elegir un nuevo nombre y género, incluso sin necesidad de una cirugía de reasignación de sexo.
Los hombres que se inscriban como mujeres podrían obtener ventajas profesionales ante otros individuos de género masculino. No obstante, los ministros enfatizan que su ley tiene como objetivo, entre otras cosas, prevenir la discriminación contra las personas transgénero.