Un tribunal ruso confirmó este martes la condena de 9 años de cárcel dictada contra el dirigente opositor Alexei Navalni, imputado de fraude y desacato, que implica no solo ampliar su tiempo en prisión, sino también, un endurecimiento de las condiciones de reclusión, que ya estará sometido a un régimen más estricto.
La defensa de Navalni recurrió la condena anunciada en marzo, pero finalmente el juez decidió mantenerla «sin cambios», según declaraciones recogidas por la agencia de noticias Interfax. «El veredicto del tribunal de Lefortovo del 22 de marzo no cambió», declaró un juez del tribunal municipal de Moscú, indicando que entra «en vigor inmediatamente».
Cargos
Navalni, que ya cumple otra condena de dos años y medio por fraude en un centro penitenciario cercano a Moscú, compareció por videoconferencia en el juzgado, donde sus abogados han tratado en vano de argumentar que no hay pruebas contra él y que todo se enmarca en una persecución política.
En este último caso, a Navalni se le acusa de diversas actividades fraudulentas, algunas de ellas vinculadas a la recaudación de fondos para las actividades del Fondo Anticorrupción (FBK), una organización fundada por él mismo y catalogada de «extremista» por Moscú.
Las acusaciones por desacato derivan de insultos a una jueza y a una fiscal durante un juicio por calumnias contra un veterano de la Segunda Guerra Mundial, al que había llamado «lacayo corrupto» y «traidor».
La portavoz de Navalni, Kira Yarmish, ha alertado de que la cárcel a la que será trasladado «es conocida porque los presos son torturados y asesinados» y advirtió que la condena confirmada este martes no será la última, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, querría mantener entre rejas «todo el tiempo que pueda» a su rival más simbólico.