Santo Domingo.- En la frontera dominico-haitiana se producen de forma cotidiana interacciones positivas que van desde encuentros deportivos y culturales, hasta mesas de diálogo y relaciones de buena vecindad entre particulares, destacaron las investigadoras Bridget Wooding y Katy Civolani.
Las científicas sociales hablaron al presentar los resultados preliminares del estudio “Situación fronteriza y la resolución de conflictos”, en el que se analiza cómo la cultura de paz y el empoderamiento ciudadano son la clave para el desarrollo de la zona fronteriza.
“En la frontera dominico-haitiana se han producido, desde hace muchos años, experiencias de interacción positiva y construcción de espacios de intercambio, que han traído como resultado el empuje de relaciones comerciales, organizacionales y vecinales importantes para la región. Sin embargo, la intervención coordinada de los dos Estados es fundamental para la transformación de las violencias estructurales que se dan en el territorio”, explicó Wooding.
La investigación fue divulgada en el marco de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD) por la Fundación Frontera Sur y el Centro para la Observación Migratoria y Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA).
Fue auspiciada por el proyecto “Cohesión Social y Cultura de Paz en la frontera a través del fomento del deporte”, que forma parte del Programa de Cooperación Binacional Convivencia, financiado por la Unión Europea.
Los resultados del diagnóstico referencial, que habla sobre desafíos y oportunidades para la construcción de una cultura de paz como clave del desarrollo en la zona fronteriza entre la República de Haití y la República Dominicana, servirán de insumo para elaborar campañas de sensibilización sobre los beneficios de los intercambios comerciales, culturales, sociales, ambientales y deportivos entre ambos países.
Reacciones a la investigación
El embajador Espensel Fragoso Furcal, director general del Consejo Nacional de Fronteras (CNF), hizo un repaso de las iniciativas gubernamentales enfocadas en el desarrollo fronterizo que se encuentran en ejecución y en las perspectivas de profundizar el trabajo en la zona desde los distintos órganos responsables de las políticas públicas.
El doctor Decatrel Mirville, ministro consejero de la Embajada de Haití en República Dominicana, en representación del embajador Smith Agustín, identificó la migración regulada y ordenada, el cuidado del medio ambiente y las políticas económicas como aspectos clave para una buena convivencia. Destacó que hay que trabajar de forma mancomunada a través del Comisión Mixta Bilateral, instancia de concertación binacional.
En tanto que María Luisa Donoso, jefa de la Sección de Políticas de la Unión Europea, al dar las palabras de bienvenida al evento, dijo que con el apoyo al diálogo, la Unión Europea fortalece los lazos de cooperación entre los dos pueblos en temáticas como el deporte, la educación y la cultura.
Sobre la investigación
Katy Civolani y Bridget Wooding, investigadora asociada y directora de OBMICA, respectivamente, socializaron los hallazgos y recomendaciones. Recomendaron a las autoridades haitianas y dominicanas tomar en cuenta las particularidades de la zona fronteriza, así como su riqueza, diversidad y el potencial de sus dinámicas económicas, políticas y sociales para impulsar el desarrollo y la mejora en la calidad de vida de la gente.
A pesar de los múltiples desafíos, Wooding señaló las oportunidades de cooperación y desarrollo de la zona, como los intercambios y redes binacionales, la renovación de la Ley de Incentivo o para el Desarrollo Económico en la Frontera; el valor de la biodiversidad y el compromiso de expansión del turismo ecológico.
Además, hay iniciativas en curso que ayudan a trazar pautas en esfuerzos bilaterales hacia la resolución pacífica de conflictos, como las Mesas de Diálogo Transfronterizo (MDT) en los cuatro puntos de cruce formal en la frontera.
Civolani, experta en creación de espacios de diálogo y transformación del conflicto, destacó que las mediaciones comunitarias son una herramienta primordial para la resolución de conflictos y el empoderamiento: “Es indispensables crear más espacios que promuevan la convivencia intracomunitaria e intercomunitaria; fomentar capacidades de reacción pacífica en caso de crisis violenta, definir y potenciar los espacios comunes, como el deportivo, el cultural, el religioso y el educativo, que promuevan el diálogo y la toma de decisiones.”
Las palabras de clausura estuvieron a cargo de Pedro Cano, director de Frontera Sur, quien dijo que el estudio puede aportar al diseño de políticas públicas de desarrollo para la frontera y a espacios de diálogo como los que propicia el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), y a las Mesas Fronterizas, puntos de coordinación con incidencia directa en los territorios.
La construcción de desarrollo, asegura Cano, amerita una mirada local, colectiva y binacional y la construcción de puentes hacia el entendimiento y el empoderamiento ciudadano que otorgue todo el protagonismo del proceso a las comunidades fronterizas.
El acto de lanzamiento tuvo lugar en el Pabellón de la Unión Europea, invitado de honor de la del FILSD 2022, ubicado en la capilla de Los Remedios de la Zona Colonial, donde se desarrolla el evento ferial.
Contó con la participación del coordinador residente de Naciones Unidas, Mauricio Ramírez; Sonia Vásquez, representante país de UNFPA; Wilfredo Lozano, director del Instituto Nacional de Migración; Erick Dorejo, director de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza del MEPyD y de Telesforo Isaac, Obispo Emérito de la Iglesia Episcopal Anglicana; así como de una nutrida representación de organizaciones de la sociedad civil y organismos de cooperación con base en la frontera.