Carmen Miguela Cuello García MA.
La disciplina positiva es una metodología pedagógica que orientada a educar, enseñar y guiar a los alumnos, alumnas, que busca dar un horizonte individualizado ajustado a la necesidad de cada individuo, por lo que se hace necesario trabajar. Prestar atención con más diligencias a nuestro niños, niñas y adolescentes en todo el entorno escolar. Para ello se requiere trabajar de la mano con las familias desde la escuela como centro de las acciones, pero desde un espacio inclusivo, que incluye dirección y coordinación con departamentos de orientación y psicología.
Todo el equipo docente, muy especialmente con la participación directa de la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE), permitirían poder dar repuesta de calidad a todas las situaciones negativas que pudieran presentarse.
Hoy en nuestros centros educativos, lugares adecuados en donde observamos a comunidad educativa (niñas, niños, adolescentes) formarse, como se falta con mucha frecuencia el respeto al personal docentes, empleados y nuestra sociedad en sentido general.
No cabe duda afirmar que la disciplina es un valor agregado que se fortalece en el aula, la escuela, pero que está inculcado en la familia, núcleo esencial de la sociedad que en estos últimos tiempos se ha visto afectado.
Esto tienen una razón, más bien, una explicación de por qué se da este fenómento en el entorno escolar, es decir, es que tenemos una sociedad, un medio ambiente, así como una falta de atención de padres, madres, tutores y amigos que, en cierto sentido, la comunidad docente que, también, está lastimada en todo lo que es el sistema disciplinario de nuestros niños, niñas y adolescentes.
La escuela están siendo fuertemente impactada por la forma en que se comporta el alumnado, claro está que durante la incidencia de la pandemia niñas, niños y adolescentes se mantuvieron en casa y paulatinamente fueron perdiendo la costumbre de estar en aula, luego solo dos día a la semana, provocado falta de entusiasmo, resultando difícil readaptar el estudiantado a su ambiente natural.
En otro orden de ideas puede establecerse que hoy día las redes sociales influencia e impactan negativamente a nuestros jóvenes, mostrando niveles de violencia en los centros de conductas ya aprendidas en estas comunidades que permite la interacción social en los entornos digitales.
En ee sentido debemos prestar atención y trabajar al individuo en el transcurrir de la vida desde el hogar y en todo lugar de incidencia y en particular desde la escuela, ya que es ahí donde el alumno pasa mayor tiempo.
Recomendamos que los docentes, conjuntamente con el equipo de gestión de los centros educativos, prestemos atención al entorno escolar, porque estamos llamados a trabajar en el diseño de programas enfocados a una disciplina adecuada dentro y fuera del salón de clases.
A los padres, madres y tutores que quienes están al cuidado de sus hijos e hijas, que tienen el compromiso de velar por el buen comportamiento de ellos, apoyándolos de forma positiva, estando pendientes de cómo invierten su tiempo libre, como están utilizando los teléfonos, Tablet, computadoras entre otros.
Por último, una recomendación que es esencial en la sociedad del contexto actual y que, se debe vigilar el uso, sobre todo, los contenidos que se difunden a través de las redes sociales.
Con estas iniciativas pretendemos fomentar la disciplina basada en valores y buenas costumbres, para de esa de manera orientar hacia la convivencia pacífica de la sociedad.