El presidente de Francia, Emmanuel Macron, que busca seguir al mando de París, ganó la primera vuelta de las elecciones de este domingo, según los primeros sondeos divulgados tras las votaciones y en segundo lugar se ubica la ultraderechista Marine Le Pen.
El mandatario alcanzó un 28 por ciento (con un máximo de 29,7), mientras que la dirigente de Agrupación Nacional obtendría el 23,2 por ciento, con un tope de 24,7 por ciento. De esta forma, ambos disputarán el balotaje, previsto para el 24 de abril.
El tercer puesto correspondió al izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que con el 21,7 por ciento quedó cerca de Le Pen, aunque imposibilitado de disputar la presidencia con Macron, que era el favorito según todos los sondeos.
En el cuarto lugar, y muy lejos, quedó el ultraderechista Éric Zemmour, con el 7 por ciento. La conservadora Valérie Pécresse sumó el 4,8 por ciento, mientras que el ecologista Yannick Jadot llegó al 4,7 por ciento.
La votación, celebrada tras una atípica campaña marcada por la invasión rusa de Ucrania, agudiza, además, el declive iniciado en 2017 de los partidos tradicionales -los socialistas y Los Republicanos (derecha)-, que lograrían menos del 10 por ciento de los votos en total.
Además, se agudizó la abstención, que llegó al 24 por ciento, superior al 22,2 por ciento registrado en 2017.
«Cordón sanitario»
Los franceses tendrán ahora en sus manos escoger qué rumbo toma Francia hasta 2027, una decisión que podría implicar un cambio en las alianzas internacionales de esta potencia nuclear y económica si Marine Le Pen sale elegida.
La candidata de la Agrupación Nacional (RN), de 53 años, propone abandonar el comando integrado de la OTAN, que fija la estrategia militar de la Alianza, y su elección asestaría otro revés a la Unión Europea tras la reeleción del húngaro Viktor Orban.
Su rival de La República en Marcha (LREM), de 44 años, apuesta por continuar su impulso europeísta y reformista con el que llegó al poder y aboga así por reforzar la autonomía militar de la UE, dentro de la OTAN. Su sector confía en el «cordón sanitario» que los franceses suelen imponer a la ultraderecha, aunque muchos analistas no saben si esta vez, en un contexto de aumento del costo de la vida, eso será suficiente.
La candidata socialista Anne Hidalgo, que sumó el 1,7 por ciento de las preferencias, llamó a votar por Macron. El mismo camino llamaron a tomar Jadot y el comunista Fabien Roussel (2,4 por ciento). Pécresse, por su parte, dijo que en el balotaje apoyará a Macron porque Le Pen llevaría al país «a la discordia, la impotencia y la quiebra», pero evitó llamar a sus simpatizantes a seguir su ejemplo.