China acusó a EE.UU. de estimular el conflicto en Ucrania y estimó que la Alianza Atlántica debió disolverse cuando se desintegró la Unión Soviética.
Así se expresó este viernes el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian.
«Como culpable y principal instigador de la crisis de Ucrania, Estados Unidos ha llevado a la OTAN a participar en cinco rondas de expansión hacia el este en las últimas dos décadas, después de 1999», dice el vocero que citó la AP.
Zhao recordó que el número de miembros de la alianza durante ese periodo pasó de 16 a 30.
«Se han movido hacia el este más de 1.000 kilómetros, hasta algún lugar cerca de la frontera rusa», con lo que «pusieron contra las cuerdas» a Rusia, expresó.
Con anterioridad, el viceministro chino de Exteriores, Le Yucheng, tachó a la OTAN de «remanente de la Guerra Fría» que amenaza la paz mundial y reprochó a la alianza que se retractara de sus promesas de no expandirse hacia el este. «La búsqueda de la seguridad absoluta es, precisamente, la inseguridad absoluta», aseveró.
El vocero de la Cancillería china, Hua Chunying, declaró la semana pasada que la OTAN y EE.UU. no pueden hablar de moralidad hasta que pidan disculpas por el daño causado a los países en los que han llevado a cabo acciones militares, como Yugoslavia, Irak, Siria y Afganistán.
En el conflicto entre Rusia y Ucrania, Pekín señala que la crisis solo puede resolverse a través de diálogo y negociaciones. En ese sentido, en repetidas ocasiones ha instado a la comunidad internacional a apoyar el diálogo entre Moscú y Kiev.
Al tiempo, destaca el gigante asiático, la importancia de un diálogo entre Rusia y EE.UU. y la OTAN para «resolver la esencia de la crisis de Ucrania y resolver las preocupaciones de seguridad» de ambas partes, señalaba hace unos días el presidente chino, Xi Jinping.
Paralelamente, China se opone a las sanciones adoptadas por Occidente contra Rusia porque —asegura— tendrán un efecto devastador y «arrastrarán a la economía mundial», advirtió el mandatario del país asiático.
Por otra parte, estimó que la solución del conflicto a largo plazo debe basarse «en el respeto mutuo entre las principales potencias mundiales, en la ausencia de una mentalidad de la Guerra Fría, en la abstención de una confrontación entre los bandos y en la construcción paulatina de una arquitectura de seguridad global y regional equilibrada, eficaz y sostenible», defendía Xi.