El presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el chino, Xi Jinping, sostuvieron una conversación remota en la que no parecían era el reencuentro de dos amigos que tenían ganas de verse para tratar asuntos comunes.
Fue todo al reves, el presidente norteamericano advirtió a su par chino, de que si ayuda a Rusia en su guerra contra Ucrania tendrá que asumir las «consecuencias».
Lo que se observa es que la conversación no logró que el gigante asiático cambie su postura frente al conflicto bélico, luego de que Moscú lanzara el pasado febrero su operación militar especial sobre Ucrania.
Biden, advirtió de las «consecuencias si China brinda apoyo material a Rusia mientras esta lleva a cabo ataques brutales contra ciudades y civiles ucranianos» en una reunión por videoconferencia que duró casi dos horas, dedicada esencialmente a la guerra en Ucrania, informó la Casa Blanca en un breve comunicado.
Biden no especificó a qué represalias se expondría China si ayuda a Rusia, pero en cambio «detalló» las duras sanciones económicas y financieras impuestas por Occidente al gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin.