El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha declarado este jueves durante una reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación actual en Ucrania que EE.UU. y Occidente «echan leña al fuego» del conflicto con nuevos suministros de armas a Kiev.
Nebenzia aseguró que el proyecto de resolución formulado por Occidente sobre Ucrania no contribuiría al trabajo de las organizaciones humanitarias. Además, constató que las delegaciones de otros países ante la ONU se enfrentan a la presión de Occidente, incluido el chantaje económico, para que no apoyen al proyecto de resolución ruso.
Sobre esta cuestión, el representante subrayó que Rusia retira su petición para votar sobre su proyecto de resolución humanitaria el 18 de marzo, pero no retira el documento. Además, solicita para esta fecha una reunión urgente del Consejo de Seguridad para abordar el tema de los laboratorios biológicos en Ucrania.
Mariúpol, «baluarte de batallones nazis»
El alto diplomático acentuó que los radicales ucranianos se aferran tanto a la ciudad de Mariúpol, porque «esconde muchas pruebas de sus delitos». Según Nebenzia, los nazis ucranianos no olvidaron que los habitantes de la urbe «apoyaron casi unánimemente la independencia de la república [de Donetsk] en el referéndum» realizado en mayo de 2014 en algunos distritos y ciudades.
El representante enfatizó que los radicales «ahogaron la ciudad en sangre», al convertirla en «una especie de baluarte de los batallones nazis voluntarios, sobre todo el Azov y el Pravy Séctor».
«Precisamente por eso los radicales ucranianos se aferran tanto a esta ciudad. En primer lugar, oculta muchas pruebas de sus crímenes y, en segundo lugar, entienden que tendrán que responder por ello. Por eso están dispuestos a arrastrar a la tumba a toda la población de Mariúpol», dijo.
En cuanto a la explosión ocurrida este miércoles en el Teatro Dramático de la urbe, en cuyo sótano se cree que podrían encontrarse cientos de civiles, Nebenzia reiteró la postura de Moscú de que el edificio nunca fue considerado como objetivo para la aviación rusa. El alto diplomático señaló que el pasado 13 de marzo algunos de quienes lograron salir de la urbe informaron de que el batallón Azov «retiene en el edificio a un gran número de personas y prepara una provocación sangrienta».