Países de occidente deben «recuperar el control» sobre sus suministros energéticos y poner fin a una «adicción» al petróleo y gas rusos, llamó el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
Sin embargo, Johnson, admitió que «será doloroso» renunciar a los hidrocarburos importados desde Rusia.
«Las relaciones económicas […] se agudizaron, ya que Occidente está comprando más gas ruso que nunca, haciéndose más dependiente de la buena voluntad de Putin y más expuesto a los altibajos en cuanto a los precios mundiales del gas y del petróleo», escribió el mandatario en un artículo publicado este martes en The Telegraph.
El líder británico calificó el manejo de las riquezas naturales de Rusia y su venta al extranjero como «chantaje» por parte de su homólogo Vladímir Putin y al mismo tiempo, afirmó que sería «muy difícil castigarlo», ya que les «había provocado una adicción» a las naciones importadoras de sus recursos energéticos.