El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, informó este martes datos recientes sobre la operación militar de Moscú en Ucrania.
Las Fuerzas Armadas rusas tomaron el control completo de la región de Jersón, ubicada al sur de Kiev.
Un total de 16 objetivos aéreos fueron derribados en las últimas 24 horas por la aviación y la defensa aérea de las Fuerzas Aeroespaciales rusas: un avión Su-24 y un Su-25 de la Fuerza Aérea ucraniana, un helicóptero Mi-8, y 13 vehículos aéreos no tripulados, incluidos 6 Bayraktar TB2, de fabricación turca.
Los aparatos aéreos operativos-tácticos del Ejército y los no tripulados destruyeron 136 instalaciones militares ucranianas, incluidos 7 centros de mando y control, cuatro sistemas de misiles tierra-aire, 3 lanzadores de cohetes múltiples, 4 estaciones de radar para reconocimiento, detección de objetivos y el guiado del sistema antiaéreo S-300, una estación de guerra electrónica, cuatro depósitos de municiones y 72 puntos de concentración de equipos militares.
Tres hangares que contenían cuatro aviones de ataque Su-25 ucranianos, un helicóptero Mi-24 y cinco helicópteros Mi-8 fueron destruidos en un aeródromo militar cerca de Kramatorsk, en la región de Donetsk.
Desde el inicio de la operación militar especial se han destruido un total de 156 vehículos aéreos no tripulados, 1.306 tanques y otros vehículos blindados, 127 lanzacohetes múltiples, 471 piezas de artillería de campaña y morteros, y 1.054 vehículos militares especiales.
El especialista en geopolítica de conflictos Enrique Refoyo señala que, al igual que el Estado Islámico en Siria, los nacionalistas ucranianos utilizan a los civiles como escudos humanos y eso está impidiendo la evacuación de la población.