El Ministerio de Defensa de Rusia informó este viernes que nacionalistas ucranianos intentaron provocar un incendio a la central de Zaporizhia, la más grande en Europa, ubicada en la ciudad de Energodar. La planta, el territorio cercano a ella y la urbe están bajo control de los efectivos rusos, informó, también, el Ministerio de Defensa de Moscú.
«Por la noche, el régimen de Kiev hizo un intento de llevar a cabo una provocación monstruosa en el territorio adyacente a la central nuclear», afirmó el portavoz del Ministerio, el general Ígor Konashénkov.
El portavoz detalló que militares rusos patrullaban en la zona protegida cercana a la central, cuando fueron atacados por un grupo de sabotaje.
Los nacionalistas dispararon contra los militares rusos desde el edificio de formación que se encuentra fuera de la planta. Luego, la patrulla rusa destruyó los emplazamientos de fuego en el edificio.
«Al salir del edificio de entrenamiento, un grupo de saboteadores ucranianos le prendió fuego», dijo Konashénkov, portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia.
Los equipos de bomberos que llegaron al lugar lograron extinguir las llamas. Según la cartera de Defensa rusa, ningún miembro del personal de la central se encontraba dentro de la instalación afectada en el momento de la provocación.
«Actualmente, el personal de la central nuclear de Zaporizhia sigue trabajando con normalidad, manteniendo sus instalaciones y vigilando la situación radiactiva. El fondo radiactivo en los alrededores de la planta es normal», aseguró el vocero.
Konashénkov, también se refirió a las declaraciones del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, sobre la amenaza para la planta, así como a sus conversciones sobre el tema con el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente estadounidense, Joe Biden. «El objetivo de la provocación del régimen de Kíev en la instalación nuclear es intentar acusar a Rusia de crear un foco de contaminación radiactiva», dijo.
«Todo esto demuestra la intención criminal del régimen de Kiev o la completa pérdida de control de Zelenski sobre las acciones de los grupos de sabotaje ucranianos con mercenarios extranjeros», subrayó.
Horas antes, la Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania confirmó la toma de la planta y precisó que su personal sigue trabajando allí.
La noche del jueves se desató un incendio en el edificio de formación, fuera del territorio de la planta, en medio de las acciones de combate entre los militares rusos y ucranianos. En la transmisión en vivo emitida por la central nuclear se observaba la caída y el rebote de proyectiles en lo que parecía ser el área de estacionamiento de las instalaciones.
Posteriormente, el Servicio de Emergencias de Ucrania informó de la extinción de las llamas y precisó que no se registraron víctimas ni heridos. También aclararon que solo uno de los seis bloques se encuentra operativo, el cuarto.
Mientras, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó, citando al regulador ucraniano, que no se reportaron cambios en los niveles de radiación en la central, ni resultó afectado «equipo esencial» de la planta. Sin embargo, el organismo internacional puso a su Centro de Incidentes y Emergencias en modo de respuesta total para atender un eventual agravamiento de la situación.