Tomás Aquino Méndez
Cuando el presidente Luis Abinader visitó el proyecto Monte Grande en diciembre pasado, algunos compañeros dijeron, en broma o en serio: “el presidente fue a ver si lo que tú dices de los trabajos atrasados es verdad o mentira”.
No niego que eso movió un poco mi orgullo. Que el presidente se mueva del palacio a ver un proyecto que hemos defendido por más de 20 años, realmente satisface. Más aun cuando esa visita nos da la razón.
En su primer recorrido por Monte Grande, en febrero del 2021, Abinader habló con los ingenieros y, partiendo de lo que le dijeron, anunció que la entregaría el 16 agosto del 2022. “Nos comprometemos a que esta presa, después de más de 11 años, en un año y tres meses vamos a terminar su construcción”, dijo esa vez.
En el transurso de ese período, escribí 7 Expresiones en las que llamaba la atención por el atraso de los trabajos y reiteraba que a ese ritmo sería imposible cumplir la palabra presidencial. En su última visita, Abinader anunció que en agosto 16 no se entregaría la obra completa, sino LA PRIMERA PARTE. Eso quiere decir que yo, lamentablemente, tenía razón cuando cuestionaba la lentitud de los trabajos y veía el interés e insistencia del presidente por cumplir su palabra empeñada.
Aunque en varias ocasiones la empresa constructora y las autoridades del INDRHI pretendieron desmentir lo que escribía, publicando espacios en los que hablaban del “avance de la obra”.
El tiempo nos ha dado la razón. Una razón que no queríamos, pero el compromiso es con nuestra región, no con la empresa constructora. Ratificamos que seguiremos, paso a paso, todo cuanto ocurre en Monte Grande. No callaremos nada referente a lograr que EL METRO DEL SUR sea una realidad.