San Juan de la Maguana.- Disfrutaban hacer el amor, pero de rápido nporque el marido puede llegar de un momento a otro, sin avisarlo. No tenía que hacerlo, hacer acto de presencia en su y ya está. Por eso lo hacían apurados para evitar lo que no pudieron lograr.
Edward Ramírez Ramírez, de 35 años, lo menos que imaginaba era que al llegar a su casa encontraría a su mujer con su primo Fausto Ramírez Santiago, de su misma edad. Su impotencia y orgullo de un hombre de una formación que responde al “patriarcado”, no le permitieron razonar para ver las cosas en otra perspectiva.
Preso por los celos, que no le permitieron “ver más allá de la curva” Ramírez Rámirez se batió a tiros con Ramírez Santiago, ambos fallecieron a causa de las múltiples heridas de bala que presentan sus respectivos cuerpos. Por suerte la mujer, no identificada, resultó ilesa.
No es una película del “Viejo Oeste”, sino una historia real que ocurrió en el sector Abreu, Distrito municipal Arroyo Cano, municipio de Bohechio, provincia de San Juan de la Maguana, según narra la Policía en una nota informativa.
Según el informe policial ambos sujetos se enfrentaron a tiros porque Edward, supuestamente encontró a su pareja con Fausto en su vivienda, y sin mediar palabras desenfundó su arma, el que estaba con su concubina la suya produciéndose el trágico duelo entre los dos hombres.
La Policía niega que la tragedia esté relacionada a delincuencia común o acciones propias de la criminalidad, flagelo social que registra un incremento en todo el territorio nacional.
El informe preliminar, indica, además, que ambos hombres se enfrascaron en una agria discusión cuando Edward encontró a Fausto con su concubina, de 35 años, la cual está detenida. Se le investigar por el caso.
Tras el hecho, un equipo de policías, adscritos a la Subdirección Regional de Investigaciones Criminales (Dicrim), con asiento en San Juan, acompañado del Ministerio Público, se presentaron al lugar del suceso procediendo a levantar los cuerpos ensangrentados de los dos hombres, así como las pistolas usadas por estos para protagonizar el trágico acontecimiento.
Los cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), con asiento en Azua de Compostela, para fines de autopsia, mandatorio cuando las muertes es a causa de violencia.