El Ministerio de Justicia de Israel anunció este domingo que interrogó a dos policías por el asesinato el sábado de un palestino que supuestamente apuñaló a un hombre en Jerusalén.
La policía israelí publicó un video de vigilancia en el que se puede ver al atacante el apuñalando al judío ultraortodoxo y luego tratando de apuñalar a un oficial de la policía fronteriza antes de recibir un disparo y caer al suelo.
La policía identificó al atacante como Mohamad Salima, expresidiario de 25 años de la localidad de Salfit, en la Cisjordania ocupada. Luego se podía ver a la policía llevándose el cuerpo en una camilla.
Un video de amplia circulación filmado por un transeúnte parecía mostrar a un oficial de la Policía Fronteriza de Israel disparando al atacante cuando ya estaba tirado en el suelo, sin mostrar la secuencia completa.
Otro parecía mostrar a la policía con armas en la mano evitando que los médicos lo alcanzaran, lo que provocó peticiones de una investigación por un posible uso excesivo de la fuerza.
«No está claro si el terrorista tal vez tenga un cinturón explosivo, todo este tipo de cosas pueden pasar», dijo el domingo a la radio del ejército israelí el ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, que supervisa a la policía. «Actuaron correctamente», valoró. La unidad de investigaciones policiales del Ministerio de Justicia dijo que los agentes de policía fueron interrogados poco después del incidente y puestos en libertad sin condiciones.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, emitió una declaración en apoyo de los oficiales. Otras personalidades públicas también defendieron sus acciones. El liderazgo palestino, sin embargo, tachó el hecho de «ejecución» debido a que el atacante ya estaba reducido en el suelo.
La oficina del presidente palestino, Mahmud Abás, lo consideró «un crimen de guerra» que es «una continuidad de la agresión en curso contra el pueblo palestino».
El tiroteo ha sido comparado con un incidente de 2016 en el que un soldado israelí fue captado por las cámaras disparando a un atacante palestino herido, que estaba ya tendido en el suelo a la espera de asistencia médica. Los palestinos y los grupos de derechos humanos israelíes han venido denunciando que las fuerzas de seguridad a veces usan fuerza excesiva en respuesta a los ataques, matando a presuntos agresores que podrían haber sido arrestados o que no representaban una amenaza inmediata para las fuerzas de seguridad.
Israel afirma que sus fuerzas de seguridad hacen todo lo posible para evitar dañar a los civiles y que investiga cualquier presunto abuso. Hace unas dos semanas, un palestino -miembro de Hamás- mató con una ametralladora a un civil israelí e hirió a otros cuatro, tras lo que fue abatido por la Policía. Cuatro días antes, el 17 de noviembre, otro palestino de 16 años hirió con un cuchillo a dos policías israelíes y murió por disparos de los agentes.