Barahona.- La hija de un oficial, encargado de Asuntos Internos de la Dirección Regional Sur de la Policía, con sede en Barahona (y que está suspendido de sus funciones), cuando se produjo el robo de los 400 kilos de cocaína participó del secuestro del cabo Esteban Armando Féliz Batista (Chatica), que luego de liberado narró la operación en su contra.
La agente Cherilyn Stefan Suero Medina y su esposo, Jonathan Andrés Pérez, el cabo Féliz Batista los señaló como parte de quienes le interceptaron en un vehículo Tahoe, color negro para secuestrarlo y pedirle 5 millones de pesos para liberarlo.
Señaló que, aunque inicialmente logró eludirlos, el hombre y la mujer lo interceptaron cuando un carro Sonata hizo que cayera al suelo mientras trataba de huir en su motor, momento en que Jonathan se desmontó armado de un fúsil de asalto y su mujer, la agente Suero Medina, lo encañonó con una pistola Glock.
En esa acción se hicieron acompañar por otras tres personas, las que, también, se presume que son agentes policiales.
La agente Suero Medina es hija del que en el momento del robo de la cocaína era jefe de Asuntos Internos de la Policía en Barahona y fue quien, momentáneamente, tuvo a su cargo la investigación que ordenó el entonces Director Regional Sur, mayor general Eduardo Then, designado Director General de la Policía Nacional.
El propio Then reveló que una vez escuchó los rumores de que un grupo de policías podían estar involucrados en un “tumbe” lo comunicó a la sede en Santo Domingo, pero que después dispuso su propia investigación, de la cual encomendó a Asuntos Internos de Barahona.
El robo de los 400 kilos de cocaína se produjo en la noche del 28 de agosto por un comando policial compuesto por once personas bajo el comando de un capitán identificado como Rafael Medina Pérez.
El Ministerio Público, casualmente, no había recibido el interrogatorio que le practicó la Dirección de Asuntos Internos al capitán Medina Pérez.
El secuestro del cabo Féliz Batista se produjo el pasado tres de noviembre, cuando sus captores reclamaban parte del botín que tiene un valor en el mercado de 260 millones de pesos; sin embargo, el imputado asegura que solo recibió un saco con 10 kilos de cocaína, por lo cual le dieron 2 millones.
El agente, que confesó su participación en el robo de la droga e identificó a sus compañeros, relató su rapto así: “Como a las 8:10 a. m., por Paraíso (municipio), una Tahoe de color negro se me quería atravesar, pero yo logré escaparme porque se me atravesó un camión y ahí pude irme. Cuando me fui, más para lante, había un Sonata de color negro, me voy a devolver por la escuela de Paraíso y me atravesaron el carro en medio logrando tumbarme.
Cuando me tumban se apea de la Tahoe una mujer y un hombre, el hombre tenía un fúsil en las manos y la mujer una Glock (pistola). Del otro carro se desmontan tres hombres, uno con una Tauro de hierro (revólver) y los otros dos con una pistola Glock cada uno”.