Monte Grande. – Las primeras familias afectadas con la construcción de la presa de Monte Grande comenzaron a recibir el pago, por concepto de indemnización del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).
Hoy se hizo un primer pago a 37 de 390 familias, cuyo terreno fueron afectados para dar paso a la construcción de la presa hace poco más de una década.
El primer pago por concepto de indemnización por daños ocasionados por la construcción del muro de la presa asciende a un monto de RD$17,750,109.50 y que el INDRI continuará en los próximos días con los pagos para saldar compromisos contraídos con las familias afectadas.
Según se informó el pago responde a compromisos firmados entre el INDRI y los comités de las comunidades impactados por la Presa de Monte Grande.
Uno de los puntos establece que toda indemnización de daños, evaluadas y consensuadas, deben pagarse, previo al traslado de las familias al centro poblado.
El pago a las primeras 37 familias, que representa el 9.48% del total de las 390 que resultaron afectadas por la construcción del denominado “metro del suroeste”, lleva alegría, ya que han esperado por más de tres años por el pago de los daños ocasionados por la construcción del muro de la presa.
Manuel –Lemba- Pérez, quien forma parte de los comunitarios, dijo que la familia restante por pagarle sus indemnizaciones se hará en un período de tres meses a partir de la fecha de la firma del acuerdo, el cual vence en 22 días.
Manuel Lemba, dijo que, dentro de los componentes a darle prioridad, tras el compromiso asumido por el presidente Luis Abinader, está el muro de la presa, el centro poblado y el asentamiento económico a las 390 familias afectadas por la construcción de la presa.
Indicó que el asentamiento económico se encuentra paralizado, la que consideró como una demanda fundamental del campesinado, que de no avanzar el proceso de desmonte y preparación de tierra para reubicar a las familias de San Simón, Monte Grande, La Meceta, Los Güiros, pudiera llamarse a paro en torno a los trabajos de la presa y entorpecerse los mismos.
Manifestó que eso podría afectar la entrega de materiales que es usado en la construcción de la presa, lo que consideró como un “cuello de botella” que de no resolverse puede resolver los trabajos de la Presa de Monte Grande.
Señaló que el campesinado se niega a que continúen los trabajos de la presa si previamente no son entregadas las tierras en las que ellos van a producir comida para su sustento y el de sus respectivas familias.