Puerto Príncipe, capital de Haití, está «desierta» este lunes por una huelga general auspiciada por asociaciones profesionales en protesta por la inseguridad en el país, luego del secuestro el sábado de 16 misioneros estadounidenses y un canadiense.
«Hace meses pedimos auxilio y no tenemos seguridad ante los secuestros, lanzamos un llamamiento general a la población a suspender toda actividad», dijo Méhu, presidente de la Asociación de Propietarios y Conductores de Haití.
«Los bandidos van más allá de los límites: secuestran, violan a las mujeres, hacen lo que quieren … Eso es suficiente», protestó el sindicalista.
Tiendas, escuelas y otras entidades públicas y privadas haitianas cerraron sus puertas este lunes en la capital haitiana, dicen agencias de presa internacionales destacadas en el país caribeño a periodistas, pero las actividades escolares se mantuvieron en varias localidades provinciales, según medios locales.
El llamado huego a huelga general por la inseguridad se fortaleció tras el secuestro del grupo de misioneros extranjeros: 16 estadounidenses y un canadiense, el pasado sábado al este de Puerto Príncipe.
«El secuestro de los estadounidenses demuestra que nadie está a salvo en el país», dice Méhu Changeux. «Pagamos nuestros impuestos al estado, a cambio, lo que pedimos es tener seguridad para que el país pueda funcionar».
El plagio se llevó a cabo cuando acababan de visitar un orfanato ubicado entre la capital haitiana y la frontera con República Dominicana, del que se responsabiliza a la «temible» banda «400 mawozo», que lleva meses controlando esta parte del territorio haitiano sin que la policía pueda remediarlo.
En abril, diez personas, entre ellas dos religiosos franceses, fueron secuestradas durante 20 días por los «400 mawozo» en la misma región.