Kathy Hochul, gobernadora del estado de Nueva York, declaró «estado de emergencia» ante remanentes de la tormenta Ida que descargó enormas lluvias en la ciudad y el noreste de Estados Unidos.
«Estoy declarando el estado de emergencia para ayudar a los neoyorquinos afectados por la tormenta de esta noche», tuiteó Hochul luego de que Ida, que llegó el domingo al sur de Estados Unidos como huracán categoría 4, causó tornados e inundaciones mientras se dirigía al norte.
En todo el noreste, las carreteras se transformaron en ríos caudalosos, el mayor sistema de metro del país estaba casi paralizado y se registraron rescates tras el aguacero récord. https://t.co/CT2bs3La4m
— CNN en Español (@CNNEE) September 2, 2021
En la ciudad de Nueva York, prácticamente todas las líneas del metro quedaron suspendidas al ser inundado por auténticas riadas y cascadas de agua que caían tanto por las escaleras de las estaciones como por los techos de los túneles, poniendo una vez más de relieve el importante deterioro de la infraestructura.
«Estamos sufriendo un evento meteorológico histórico con lluvias que están rompiendo récords por toda la ciudad, con inundaciones brutales y condiciones peligrosas en las carreteras», advirtió el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en las redes sociales.
Cierre de aeropuerto y servicio ferroviario
Tanto De Blasio como la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, señalaron que en unas pocas horas cayó mucha más lluvia de lo esperado, lo que ha dejado a la región en una «pésima situación».
«Tomamos todas las precauciones necesarias, y desplegamos nuestros recursos para que estuvieran preparados sobre el terreno, pero la madre naturaleza hará lo que ella quiera, y esta noche estaba muy enfadada», dijo Hochul en declaraciones a la CNN.
De Blasio llegó a prohibir la circulación por carretera en Nueva York hasta las 05.00 hora local (09.00 GMT), después de que el Servicio Nacional de Meteorología en Nueva York informara de que se habían recibido «muchos informes de rescates y de motoristas atrapados por el agua».
El gobernador del estado vecino de Nueva Jersey, Phil Murphy, también declaró el estado de emergencia, mientras que el aeropuerto internacional de Newark canceló todos sus vuelos y el servicio ferroviario de la región suspendió la práctica totalidad de sus servicios.