El bloqueo que durante décadas afecta a Cuba, las autoridades de la Isla calculan que el impacto total del embargo en la economía es de 90,000 millones de dólares, incluyendo la pérdida de ganancias por exportaciones, los mayores costes de importaciones, las limitaciones en el crecimiento de la economía y los daños sociales acarreados.
Se trata de una situación que busca «narigonear» a sus líderes y alentar las protestas que en diversos contextos de la historia han tenido lugar en La Habana, pero se impone la defensa total y absoluta de la Revolución que costó sangre y fuego hace 62 años.
Sin embargo, para el presidente de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe, Miguel Vargas, este hecho que impacta negativamente a Cuba y a sus gentes, no significan nada, pues su preocupación está orientada a los objetivos de la derecha global que busca poner fin al régimen de la isla por medios no democráticos.
Vargas, pasado canciller de la República Dominicana, dijo que esa organización, que agrupa a partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas, ve con “profunda inquietud los últimos sucesos en Cuba, alentados desde fuera y que, dice, continúan generando reacciones en la comunidad internacional y una grave preocupación en fuerzas políticas democráticas” de la región.
El también presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), entidad que convirtió en una entidad pequeña, informó, también, que la IS sigue con sumo cuidado, la «represión» que, a su juicio, se escenificó en La Habana, tras diversas demostraciones de protestas en algunas ciudades de la Isla.
Señaló que en las protestas se muestran imágenes de mujeres y hombres reclamando la falta de alimentos, medicinas, acceso a servicios básicos, al tiempo que alzaban su voz con fuerza y determinación pidiendo libertad, que son fruto del bloqueo criminal que da delado el organismo regional.
Destacó la posición oficial de la IS hecha pública a través de un comunicado en la que se recuerda que: “En 1958 la lucha del pueblo cubano contra la corrupta dictadura de ese entonces en el país, abrió un camino de liberación a un pueblo oprimido y postergado, lo que fue recibido en su momento con una gran atención y con sentimientos de solidaridad a través de la geografía global.
Cuba, sesenta y dos años más tarde, debe llegar a vivir en una sociedad donde toda mujer cubana u hombre cubano pueda libremente adherir, defender, oponerse o criticar las decisiones del gobierno o de la oposición sin restricciones.
«En la democracia siempre hay y debe haber espacio para todos, y todos libremente deben aportar sus opiniones sin ningún tipo de represalia, para que ésta entregue sus frutos”. Concluyó la nota atribuida a Vargas, quien representa en la región a la entidad que agrupa a partidos de la derecha latinoamericana y caribeña.