Manila.- El presidente filipino, Rodrigo Duterte, no le tembló el pulso para firmar la Proclama 1107, que modifica los feriados regulares y días especiales no laborables del año 2021.
Debido a esta decisión de Duterte, el Día de Muertos, Nochebuena y el último día del año serán «laborales especiales”, es decir, esas jornadas deben trabajar los felipinos.
«Para que el país se recupere del fuerte impacto económico que ha tenido la pandemia del COVID-19, tenemos la necesidad de fomentar la productividad a través de, entre otras medidas, la reducción de las interrupciones laborales y conmemorando algunos feriados especiales como días laborales especiales”, dice el documento.
Todas las otras disposiciones de la Proclama 986, firmada el 31 de julio de 2020 y que regía este aspecto de la vida diaria, «seguirán vigentes”, añade el texto.
Los días 2 de noviembre, 24 de diciembre y 31 de diciembre habrá que trabajar como un día normal y sin recibir «una paga extra” por ello, como era la tradición.
El Año Nuevo Chino (12 de febrero), la Fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y el día de Ninoy Aquino (21 de agosto), entre varias otras fechas, seguirán sin modificaciones.
Evitar aglomeraciones
El documento, emitido desde el Palacio de Malacañán, sede del Poder Ejecutivo filipino, dice que la medida considera que el país sigue sometido al estado de calamidad debido a la pandemia, así como el hecho de que las autoridades sanitarias han pedido evitar las aglomeraciones de público, las que normalmente ocurren durante estas celebraciones.
La paga adicional que dejarán de percibir quienes trabajen esos días es del 30% de su salario base diario.
Desde el 10 de agosto de 2020, cuando alcanzó su pico máximo con 6,725 contagios diarios, Filipinas estabilizó su tasa de nuevos casos de coronavirus en torno a los 2,000 por cada jornada.
Desde el inicio de la pandemia, más de 12,000 personas han fallecido en este país, de 107 millones de habitantes.