Benny Rodríguez
Barahona. – El obispo de la Diócesis de Barahona, llamó a la sociedad dominicana, sobre todo, a su clase dirigente a construir un país de solidos principios y de valores firmes, afirmando que es de la única manera en que honramos la memoria de los padres fundadores de la nacionalidad dominicana.
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Destacó, además, la importancia de preservar el medio ambiente y los recursos naturales de la región, ya que es otra forma de preservar la salud de la Patria, así como de su población.
Monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, al oficiar el Tedeum en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, con motivo del 177 aniversario de la Independencia Nacional, dijo que construir un país con esos elementos es garantizar entregarles a los dominicanos del mañana un país de instituciones sólidas, de principios firmes y de valores que deben ser asumidos como parte de nuestra identidad.
Afirmó que conservar su legado “nos compromete a todos a trabajar duro y con responsabilidad para que esa herencia recibida garantice la vida presente y la de las generaciones futuras”.
En ese sentido, es de opinión que la Independencia Nacional, proyecto iniciado por los padres fundadores de la República Dominicana, que aún “falta por concluir”.
“Nos toca a nosotros perfeccionarlo día a día para lograr una fraternidad nacional como proponemos los obispos en el mensaje que hemos emitido este año, inspirados en una frase de Juan Pablo Duarte: mostraremos al mundo que somos hermanos”, expuso.
Una familia
Manifestó que el padre de la nacionalidad dominicana concibió la patria “como una familia”, por lo que animó a volver a reafirmar el deseo de servirle y trabajar en la preservación del legado que dejaron los próceres que se sacrificaron por ella.
“Cuando decimos patria, pensamos en la gran familia dominicana, encabezada sus autoridades y sus hijos e hijas que la forman. La Patria es una herencia que recibimos de nuestros antepasados y, particularmente, de nuestros padres fundadores, aquellos que por la Independencia y libertad ofrendaron sus vidas”, manifestó.
El máximo representante de la Iglesia Católica en la Región Enriquillo, invitó a las autoridades civiles, militares y al pueblo general, acoger, cuidar, acrecentar y entregar a las nuevas generaciones esa herencia que nos legaron los padres fundadores.
“Al decir patria, miramos su historia: las grandes proezas de sus héroes, así nos encontramos con Duarte, Sánchez, Mella, Luperón entre otro, de los cuales nos sentimos orgullosos y los reverenciamos con los más altos honores. Volviendo sobre ellos nos inspiramos y motivamos para seguir su ejemplo y conservar lo que con tanto esfuerzo conquistaron para todos nosotros”, expuso.
“Siguiendo este ideal de Duarte nos preguntamos los obispos dominicanos: ¿qué significa construir la fraternidad en suelo dominicano hoy? Sería lo mismo que preguntarnos por el modelo de sociedad que nos debe regir y disponernos a dialogar sobre cómo entender la Independencia Nacional, en esta segunda década del siglo XXI que iniciamos sacudidos por una pandemia global”, se preguntó.
Consideró que la fraternidad nacional está muy lejos de alcanzarse por lo que el mismo concepto de libertad toma distintos matices en el corazón de los dominicanos, como señala el Papa francisco en la encíclica Fratelli Tutti: “Algunos nacen en familias de buena posición económica, reciben buena educación, crecen bien alimentados, o poseen naturalmente capacidades destacadas”.
Sostuvo que aquellos que nacen en familia con las citadas condiciones por Papa a lo mejor no necesitarán de un Estado activo y solo reclamarán libertad.
“Pero, evidentemente no cabe la misma regla para una persona con discapacidad, para alguien que nació en un hogar extremadamente pobre, para alguien que creció con una educación de baja calidad y con escasas posibilidades de curar adecuadamente sus enfermedades. Si la sociedad se rige primariamente por los criterios de la libertad de mercado y de la eficiencia, no hay lugar para ellos, y la fraternidad”, expuso Monseñor Romero Cárdenas.