Estados Unidos comenzó a enviar este domingo vacunas a todo el país en un esfuerzo por inmunizar masivamente a su población, en momentos en que el país se aproxima a las 300.000 muertes por coronavirus.
Los lotes de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el COVID-19 abandonaron el domingo la planta de la empresa en Michigan, de cara a una campaña de vacunación de millones de estadounidenses.
Las dosis fueron enviadas en cajas con nieve carbónica (hielo seco), que las mantendrán a -70 ºC, la temperatura necesaria para conservar la vacuna.
Las compañías FedEx y UPS están desplegando flotas de camiones y aviones para transportar la valiosa carga, a veces bajo vigilancia armada, a los 50 estados, donde los trabajadores de la salud y los residentes de hogares de ancianos serán los primeros en recibir las vacunas.
«Las vacunas están en camino», tuiteó este domingo el presidente Donald Trump.
Se distribuirán 2,9 millones de dosis
«Los primeros cargamentos llegarán el lunes por la mañana», aseguró de su lado el general Gus Perna, responsable de esta operación denominada Warp Speed («velocidad del rayo»).
Según el militar, 145 sitios en el país recibirán la vacuna el lunes, 425 más el martes y 66 el miércoles.
Un total de 2,9 millones de dosis serán entregadas de aquí al miércoles, y las autoridades sanitarias prevén que alrededor de 20 millones de estadounidenses podrían recibir las dos inyecciones necesarias hacia fin de año y otros 80 millones antes de marzo.
Andy Beshear, gobernador del estado de Kentucky, tuiteó el domingo: «Creemos que los primeros individuos serán vacunados» el lunes por la mañana, menos de 72 horas después de que la vacuna recibió la autorización de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Estados Unidos tiene el récord mundial de muertes por COVID-19, con más de 299.000, y un total de casos 16,1 millones, incluyendo 1,1 millones registrados en la última semana.