La canciller alemana Angela Merkel, dijo estar de acuerdo con las recomendaciones de cerrar tiendas en la mayor economía de Europa después de la Navidad y hasta el 10 de enero.
Merkel, se opuso, también, a la apertura de hoteles para que las familias puedan visitarse durante el período de vacaciones una vez que el país registró un nuevo récord de decesos diarios con 590 según cifras de este miércoles reportadas por el Instituto Robert Koch, centro epidemiológico de referencia.
«Hay demasiado contacto» entre las personas, dijo la canciller, citando como ejemplo los puestos de venta de comida instalados en los tradicionales mercados de Navidad.
«Lo siento de verdad, pero si esto significa pagar un precio diario de 590 muertos, desde mi punto de vista, no es algo aceptable», dijo.