Joe Biden, contricante de Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos, tiene un «pie casi dentro» de la Casa Blanca, luego del triunfo al término de la cuarta noche de un escrutinio lento, que da menos posiblidades a su rival de ser reelecto.
Pasadas más de 24 horas sin cambios en el Colegio Electoral, Biden mantiene 264 delegados (aunque algunos medios cuestionan los 11 de Arizona) frente a los 214 de Trump.
Ambos necesitan un mínimo de 270 para ganar las elecciones.
Varios estados siguen con escrutinios reñidos: Arizona, Nevada o Georgia, aunque la clave para poner fin al largo conteo es Pensilvania, que con sus 20 votos electorales daría automáticamente la victoria al demócrata.
Biden lidera el escrutinio en Pensilvania con el 99% de los votos escrutados por apenas cuatro décimas, 49,6% contra 49,2%, lo que pudiera parecer poco, pero los 28,877 votos que separan ahora a los candidatos son un gran vuelco respecto a los cerca de 700,000 con los que Trump aventajaba a Biden en la noche electoral en ese estado del llamado «muro azul».
El candidato democrata a la Casa Blanca, también logró voltear el recuento en Georgia, estado en el que ahora aventaja a Trump por apenas 4.020 votos, un margen muy ajustado con el escrutinio casi completo que dará pie a un recuento en los próximos días, que cuenta con 16 delegados al Colegio Electoral y, como los de Pensilvania, Trump los necesita para hacerse con una cada vez más improbable victoria.
El tercer estado es Nevada, en los que Biden suma el 49,8% y Trump el 48%, una diferencia de 22,657 votos que se ha ampliado en las últimas horas por el avance del escrutinio en Las Vegas, dónde también siguen la mayoría de sufragios por contar.
En Arizona, finalmente, un estado que medios como Fox News o la agencia AP ya proyectaron la noche electoral a favor del demócrata, pero que otros medios consideran prematuro, la ventaja que tenía Biden se ha ido esfumando hasta los 29,861 votos, 49,6% contra 48,7%.