Santo Domingo.- Abandonar el barrilito, sistema que permite a cada senador recibir dinero para «asistencia social» en sus respectivas demarcaciones, es una idea que no comparten los y las congresistas dominicanos y, por el contario, se resisten a dejar de percibir el dinero.
El tema ha tomado cuerpo y con ello se produce un nuevo enfrentamiento en el Congreso Nacional por la asignación de más de 20 millones de pesos mensuales para destinarlos a los fondos de gestión provincial senatorial o «Barrilito».
El monto erogado el pasado septiembre por este concepto fue de RD$20,062,000, al RD$240,744,000 aproximadamente.
Una lista sobre la asignación del polémico ‘Barrilito’ obtenida a través de la Oficina de Libre Acceso a la Información del Senado, establece que solo dos provincias figuran sin asignación de estos fondos: Santo Domingo, representada por el senador Antonio Taveras (PRM), y Santiago, por Eduardo Estrella, presidente del Senado. Ambos legisladores anunciaron que renunciaban a esos beneficios.
En el caso del Distrito Nacional, su senadora Faride Raful (PRM) ha dicho que ese dinero se está utilizando en la contratación de personal técnico que brindará asesoría especializada.
La justificación
El senador por Santiago Rodríguez, Antonio Marte, dijo ayer que todo el que ha renunciado al ‘Barrilito’ no ha trabajado para asumir compromisos sociales en sus provincias, pero que está dispuesto a someterse a lo que decida la mayoría.
Mientras que Dioni Sánchez (FP-Pedernales), dijo que no renunciará a esos fondos porque son utilizados para resolver problemas de los ciudanaos de su comunidad. En igual sentido habló el senador Ramón Rogelio Genao (PRSC- La Vega).
El senador por La Romana, Ivan Silva (PRM), manifestó que el ‘Barrilito’ es un fondo que está destinado para ayudar a las personas de escasos recursos.
Mientras que Alexis Victoria, de la provincia María Trinidad Sánchez, sostuvo que va a recibir esos fondos, porque son para dárselo a la gente. “Yo tengo una oficina y voy a tener internet para dárselo a la gente de manera gratuita. Cuando yo llego a la oficina los viernes, hay cientos de personas esperando a uno para que les resuelva”, agregó.
Amplios sectores de la población siguen criticando el ‘Barrilito”, más en medio de esta crisis.