Tamayo.- “Nosotros por aquí tamo haciendo de tripa corazón a vé si salimo a camino”, fue reflexión a la que llegó Santo Beltré en la reunión con dirigentes de asociaciones de productores de plátano de la zona de Tamayo para analizar situación por la que atraviesan, luego del paso de la tormenta Laura por la región.
Beltré, dijo que la tormenta Laura dejó sus plantaciones en estado de emergencia y para recuperar sus predios agrícolas deben acudir a préstamos.
La zona agrícola de Tamayo es de alrededor de 85,000 tareas de la musácea, ubicadas en 26 comunidades, propiedad de al menos 3,500 productores.
Además, de Beltré, cuyas plantaciones están ubicadas en el paraje Vuelta Grande, dirigieron la asamblea representantes de asociaciones de productores de Arroyo Seco, Ernesto González; Felícita Serrano, de Altamira; mientras que Honduras fue representado por Jorge Luis Mesa de la Cruz y Keila Luciano.
También, Feliciano Pineda, de la asociación de Los Conuquitos; Armando Escanio, San Ramón; y por el casco urbano de Tamayo, Manuel Pérez Canario, Luis Darío Cuevas y Miguel Ángel Novas.
Daños
Serrano, representante de Altamira, informó que el fenómeno natural afectó el 70% de las plantaciones viejas, las cuales se esfuerzan por rehabilitar, igual que un 10% de las que están en proceso de fomento.
Los canales, que en más de un 80% son de tierra, quedaron en su mayoría borrados y para ponerles a correr el agua los agricultores con esfuerzos propios hacen los tradicionales “convites”, así como el uso de maquinarias pesadas que con mucho esfuerzo han podido alquilar.
“Apenas hemos podido comprar gasoil y lubricantes, todo con nuestros propios recursos”, dijo la productora agrícola en la reunión con agricultores y agricultoras de la zona de Tamayo, provincia Bahoruco.
En tanto que Serrano, dijo que en San Ramón colapsó la electro bomba, específicamente “La Caseta”, en donde hay cultivos de plátanos en unas 3,500 tareas que están muriendo por falta de agua para el regadío.
Además, en el proyecto Barranca Betancourt la bomba funciona con precariedad, el canal está en muy malas condiciones, declaró que los terrenos del proyecto Altamira y en su lote 4, el 40% está salinizado, por lo que afirmó que “se requiere de una retroexcavadora para hacer drenaje y comenzar a bajar el nivel freático de los suelos”.
El dirigente de productores de plátanos, afirmó que los canales de El Anón y Charco Blanco, en Tamayo, ameritan de encaje, instalaciones de compuertas y retroexcavadoras para hacer limpiezas en zonas muy críticas.
El canal H, que riega más de 5,000 tareas de productores de El Jobo, Uvilla, Mena Arriba y Los Robles, está destruido en su totalidad.
Inversiones
Pineda, de la asociación de Los Conuquitos, dijo que los productores, además de asumir las inversiones para rehabilitar los sistemas de regadío, “hacemos las rehabilitaciones de los plátanos comprando fertilizante a altos precios, aplicando los productos para controlar la cigatoca negra, putrefacción de tallos o chocolate, como le decimos, los ataques de picudos en las raíces, entre otras plagas”.
Precisó que campesinos de la Asociación El Cerro invirtieron RD$120,000.00 en el embobinado del motor de la bomba y que se espera ahora un ventilador solicitado en el exterior para luego “ver cómo salvan sus cosechas en 780 tareas”.
“Los productores de Altamira invirtieron unos RD$300.000.00 en alquileres de maquinarias y gasoil para una retro pequeña de la Junta de Regantes de Tamayo, además, 200 productores a pico y pala en 20 convites sacaron lodo para poner a correr el canal Altamira”, informó Pineda.
El dirigente de los productores de Arroyo Seco, manifestó que alquilaron equipos pesados a RD$3,000.00 la hora para eliminar piedras y escombros depositados por las crecidas del Arroyo Seco de Cabulla, “todo en una 200 tareas de 6 agricultores”.
De acuerdo con sus datos, los productores han invertido más de RD$60.000.00 en “la fregona” nueva de Honduras “y todavía el agua no está corriendo porque la retroexcavadora de la Junta de Regantes de Tamayo es pequeña y hay en lugares donde no puede trabajar”.
Esa “regola” (pequeño canal) riega 1,800 tareas de unos 150 pequeños productores.