Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez, obtuvieron el Nobel de Física 2020 por sus descubrimientos en torno a los agujeros negros y su relación con la teoría de la relatividad, así como por hallar uno de ellos en el centro de la Vía Láctea, anunció la Real Academia de las Ciencias de Suecia este martes.
La mitad del premio recayó en Penrose (Reino Unido), de 89 años, por demostrar «que la formación de un agujero negro es una predicción sólida de la teoría de la relatividad general» y la otra mitad del premio se la reparten Genzel (Alemania), de 68, y Ghez (Estados Unidos), de 55, por descubrir «un objeto compacto y extremadamente pesado en el centro de nuestra galaxia», explicó el jurado.
Ghez se convierte así en la cuarta mujer que gana un Premio Nobel de Física, el más masculino de los seis prestigiosos galardones.
Los agujeros negros supermasivos son un enigma de la astrofísica, sobre todo por la manera en que llegan a ser tan grandes, y su formación centra muchas investigaciones. Los científicos piensan que devoran a una velocidad inaudita todos los gases emitidos por las galaxias muy densas que les rodean.
Como son invisibles, sólo se pueden observar por contraste, al ver qué fenómenos generan a su alrededor. Una primera imagen revolucionaria fue revelada al mundo en abril de 2019.
La astrofísica y la física cuántica, que se centra en el estudio de lo infinitamente pequeño, eran favoritas para este Nobel 2020, según los expertos.
El anuncio del premio de Física sigue al de Medicina, que fue para los virólogos estadounidenses Harvey Alter y Charles Rice y el británico Michael Houghton por el descubrimiento del virus de la hepatitis C.