La comisaria europea para Asuntos Internos, Ylva Johansson, presentará el «Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo», que defiende un mecanismo «de solidaridad obligatorio» entre todos los países del bloque.
Se conocen pocos detalles del plan, pero trascendió que intensificará el regreso a sus países de origen de las personas que no sean aceptadas en territorio europeo.
Cinco años después de la crisis migratoria de 2015 y en un momento en el que el número de llegadas irregulares a la UE se redujo a unas 140.000 personas en 2019, la UE tiene la muy difícil tarea de superar las divisiones que hasta ahora han impedido cualquier reforma.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, había adelantado la semana pasada la decisión de abolir y substituir Convenio de Dublín, el pilar de la política actual, por un nuevo «sistema europeo de gobernanza».
Este Convenio había sido originalmente firmado en 1990, aunque desde 2013 rige su tercera versión, y define los criterios para el tratamiento de las demandas de asilo, en particular el país donde se debe procesar cada solicitud.