Cientos de miles de personas sin agua ni electricidad, enfrentan la posibilidad de que los servicios básicos no sean restablecidos durante semanas, incluso más tiempo, mientras el recuento de víctimas aumentaba a 14 fallecidos, tras quedar devastada la costa de Luisiana por el paso del huracán Laura el viernes.
Un día después de que la tormenta de categoría 4 desatara su furia, más cadáveres fueron encontrados en Luisiana y el estado vecino de Texas, entre los fallecidos 5 perdieron la vida por caída de árboles y una se ahogó en una embarcación.
Otras ocho personas murieron intoxicadas por monóxido de carbono debido al uso inseguro de generadores, incluidas tres dentro de un salón de billar en Texas, donde las autoridades dijeron que el propietario había brindado refugio a siete vietnamitas de botes camaroneros y a hombres sin casa. Las otras cuatro personas se encontraban en estado grave.
En Luisiana, cientos de miles de personas seguían sin electricidad o agua y el pronóstico era desalentador para miles de residentes evacuados ansiosos de regresar a sus hogares.
En Lake Charles, el alcalde Nic Hunter advirtió que no había tiempos programados para restaurar la electricidad y que las plantas de tratamiento de agua «fueron golpeadas”, por lo que sólo un hilo del líquido salía de la mayoría de los grifos en la ciudad de 80.000 habitantes.
Varios hospitales trasladaban a pacientes en estado crítico a otras instalaciones por problemas de agua y electricidad, informó el Departamento de Salud de Lousiana. Otros centros operaban con energía de generadores. Arkansas también evaluaba este viernes los numerosos daños materiales que dejó atrás el huracán Laura tras asolar la región con poderosos vientos.
Muchas escuelas están cerradas, numerosas carreteras siguen cortadas y siguen sin electricidad cientos de miles de personas, muchas de las cuales han tenido que hacer fila para recibir agua y comida gratuita para poder pasar estos días.
Y aunque el mayor riesgo pasó, cerca de 8 millones de personas están bajo alerta de inundaciones mientras Laura prosigue su rumbo hacia el noreste de Estados Unidos.
Las lluvias causadas afectarán áreas de Louisiana, Arkansas, Mississippi, Alabama, Tennessee, Missouri, Kentucky y existe riesgo de inundaciones repentinas y de desbordamiento de ríos.
Laura cruzó Arkansas este viernes y enfiló ya hacia el sureste de Missouri, donde, según el Centro de Predicción Meteorológica de EE.UU. todavía genera vientos máximos sostenidos de 45 kilómetros por hora.