Santo Domingo.- Debido al aumento sistemático de casos del nuevo coronavirus en el país, unido al regreso a clínicas y hospitales de muchos pacientes crónicos, algunos descompensados, empieza a generar grandes presiones al sistema de salud de República Dominicana.
Sobre todo, en las unidades de cuidados intensivos, que en la capital supera el 70% de las camas de cuidados críticos dedicadas a la epidemia que ha causado casi mil muertes y se encamina a los más de 25 contagios.
Uno de los más afectados por la alta demanda es el hospital Marcelino Vélez Santana, ubicado en el sector capitalino de Herrera, cuya ocupación hasta el día de ayer era de 115% en camas hospitalarias y de 167% en intensivos.
Este centro de salud (Marcelino Velez Santana) dispone dispone de 75 camas, pero ayer tenía 86 pacientes ingresados, mientras que en UCI 10 pacientes en ventilación y solo tiene 6 camas de intensivos, por lo que ha tenido que habilitar fuera de allí otros servicios.
No obstante, para su director Frank Soto, ese ha sido el comportamiento tradicional del hospital desde su creación, y que no se puede decir que haya colapsado.
Explicó que ante sobredemanda que presenta actualmente que se ha convertido en un hospital COVID, está aplicando el protocolo que siempre ha establecido, que es el recibir los pacientes, mantenerlos en la emergencias, e ir llevándolo a internamiento en la medida en que se desocupen las camas.
El informe epidemiológico registraba ayer 167 pacientes en UCI de unas 350 camas bajo monitoreo.
El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo que se ha ido registrando un incremento moderado en la demanda de cuidados intensivos, pero que la misma no se refleja en la necesidad de ventiladores.
Recordó que la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional son las demarcaciones con más ocupaciones hospitalarias por el Covid-19 con un 69%, mientras que en unidades de cuidados intensivos es de 64% y a nivel nacional la ocupación es de un 51% y 48% respectivamente.