Nueva York, considerada como «la ciudad que no duerme» tiene restricciones a causa de los disturbios en todo Estados Unidos por la muerte el 25 de mayo del afroamericano George Floyd en Mineápolis, Minesota.
Ayer a las 23:00 horas locales (04:00 CET), se impuso un toque de queda en un intento de las autoridades por evitar otra noche de destrucción en medio de las protestas por la muerte de Floyd, de manos de un custodia policial.
Con un toque de queda de 11 p.m. a 5 a.m., Nueva York se unió a otras ciudades en todo el país con tales medidas después de cuatro días seguidos de protestas, altercados con la policía y saqueos nocturnos en el corazón de Manhattan.
La restricción para 8 millones de habitantes llega después de las drásticas medidas impuestas por la pandemia de coronavirus.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que hasta hace dos días se resistía a la medida que otras ciudades del país ya han tomado para devolver el orden, desplegará 4.000 policías más, para un total de 8.000, y prohíbe hasta las 5 de la mañana, hora local, todo movimiento no esencial.
La drástica medida se aplicaba en Nueva York desde los disturbios de Harlem de 1943, también ocasionados por motivos raciales, luego que se extendiera el rumor de que un policía blanco había matado de un tiro a un soldado afroamericano.
La tensiones raciales ya existentes entonces estallaron y desembocaron en disturbios y el saqueo de más de mil negocios en el barrio de Harlem.