Dr. Carlos Julio Feliz Vidal
Una mala señal: El Gobierno dominicano dividido en la lucha contra el coronavirus. Los dos miembros de más alto nivel que integran la Comisión Nacional de lucha contra el Covid 19, han incurrido en posturas contradictorias con respecto a la necesidad de disponer un toque de queda durante 24 horas al día.
En la mañana de hoy el ministro de salud, hizo la sugerencia de que se extienda el toque de queda 24/7; unas horas después, el ministro de la presidencia, descarta la posibilidad de que tal medida se imponga.
Esa discrepancia es preocupante, porque revela desavenencia entre la cúpula dirigencial del país, con respecto al manejo de un problema que tiene múltiples implicaciones para la nación.
El criterio del ministro de salud, de un toque de queda 24/7 fue sugerido hace 28 días por el Colegio Médico Dominicano, y refrendado por las 55 Asociaciones de Médicos Especialistas del país, quienes consideraron que era bueno el paquete de medidas económicas dispuesto por el gobierno, pero que éste no tendría resultado sin la aplicación de las medidas sanitaria correspondientes, por lo que solicitaron la cuarentena general por catorce días.
Diversos especialistas y personalidades del país se han pronunciado en el mismo sentido, por lo que urge que el presidente Danilo Medina, en su condición de jefe supremo del Estado y del gobierno dominicano, asuma el papel que le corresponde en estos momentos de desafío nacional, produciendo un amplio consenso con la clase política, empresarial, sindical, profesional, sociedad civil y los estamentos religiosos del país, para definir las estrategias que más convengan a la salud y la vida de la población, en tanto que el tiempo cuenta para enfrentar a un adversario que se está desplazando con mucha facilidad en el territorio nacional.
No es hora para la divergencia ni para los mensajes ambiguos. Es hora de construir consenso y tomar las medidas que permitan salvaguardar los mejores intereses del pueblo dominicano.
Ya hablaron los ministros y nos dejaron una sensación de división, ahora que hable el presidente, como primer mandatario de la nación, y que diga, sin ambivalencia, sin sectarismo ni arrogancia, qué haremos para seguir afrontando la pandemia, si seguiremos los criterios médicos sanitarios o los criterios políticos y económicos o haremos una simbiosis de ambos, dejando claro porqué el gobierno que preside se inclina a favor de una estrategia determinada.
En la Biblia se señala que una casa dividida no prevalece, lo que es aplicable al gobierno y a la sociedad cuando se afronta un fenómeno cuyas implicaciones son nacionales.
Dios ilumine a nuestros lideres, para que puedan arribar a un consenso que beneficie el pueblo, como expresión de la suma del todo nacional.
*Autor es abogado, experto en derecho constitucional