La vida no es a veces como uno la piensa. La paz espiritual y las oraciones nos ayudan a entender que el orgullo y la idolatría de creer que “yo soy fulano” ya no tiene valor. Lo que tu buscas es la humildad, la calma, tratar de resolver problemas que anteriormente uno se buscaba sin necesidad.
Hay que ceder, tengo la fe en Dios de que cualquier año de estos voy a ir a Chicago y me entrevistaré con ellos y resolveremos cualquier mal entendido, ese mal sabor que tenemos”, expresó el MVP de la Liga Nacional en 1998, al ser entrevistado en en la emisión sabatina de Z Deportes por Tenchy Rodríguez y Héctor Gómez.
El Salón de la Fama
Sosa afirmó que ha llegado a tener una paz tan grande, que si logra ser inmortal de Cooperstown estará feliz, y si no también, porque sus números no se borrarán.
“Hay personas que han entrado, yo les deseo lo mejor. Quiero ser inmortal en el cielo, no en la tierra. En otro tiempo yo estuviera acabando a todo el mundo. Con mi paz estoy feliz, si pasa bien, sino feliz. Mis números no se borran de la pizarra”, expresó Sammy con voz baja y calmada.
Sosa, un jugador que impactó las Grandes Ligas a finales de la década de los 90, mayormente, cuando debatía la batalla de cuadrangulares con Mark McGwire, indicó que se siente orgulloso con lo logrado en las Mayores, que lo hizo base de esfuerzo y sacrificio.
Sammy, a pesar de tener una de las más grandes carreras en todo el béisbol, siendo dueño de la única hazaña de conectar 60 cuadrangulares en tres ocasiones, no ha logrado escalar al Salón de la Fama, tampoco ha podido gozar de su popularidad luego de retirado en Chicago.
El último día de Sammy con los Cubs ¿qué pasó?. El permiso de Dusty Baker
El último partido de Sammy Sosa con los Cubs fue el 2 de octubre del 2004, en una derrota de su equipo ante los Bravos de Atlanta. Varias cosas se han comentado de ese último día con los Cubs, que culpan al nativo de San Pedro de Macorís de abandonar el equipo.
Sosa rememoró ese día e hizo una revelación. El dominicano indicó que se sentía triste de que los Cubs pasaban por una mala racha, por lo que pidió al dirigente Dusty Baker que si le permitía irse más temprano, y según Sammy, este se lo permitió, aunque admitió no hizo lo correcto.
“Hubo un juego que me fui temprano y pedí permiso a Dusty Baker, lo que pasa es que había situaciones de racha de perdedera en eso momento”.