Texas.- El mexicano Abel Revill Ochoa, condenado a muerte por asesinar a su familia, fue ejecutado este jueves en el Centro Penitenciario de Huntsville, Texas, Estados Unidos.
El hombre, de 47 años, murió mediante una inyección letal, casi 17 años después que un jurado lo sentenció a muerte por matar a cinco miembros de su familia.
Falleció a las 18:48 horas (local), 23 minutos después de haber recibido la dosis.
En 2002, Revill Ochoa, originario de Durango (norte de México), asesinó en su vivienda de Dallas (Texas) a su esposa Cecilia; a sus hijas Crystal, de 7 años, Anahí, de 9 meses; su cuñada y a su suegro.
Tras asesinar a cinco miembros de su familia, y herir a su cuñada, salió de su vivienda rumbo al centro comercial de Wynnewood, pero fue detenido por la Policía de Dallas.
La defensa del sentenciado argumentó durante el proceso judicial que su cliente actuó en un estado de delirio por consumir crack, tras un periodo de abstinencia. Ochoa aseguró que no recordaba nada de la masacre y dijo que «el diablo» lo poseyó.
La ejecución de Abel Revill fue llevada a cabo después de que la Suprema Corte de Justicia falló en contra de un recurso interpuesto por la defensa del mexicano para evitar la condena a muerte.
Polémica en México
El caso causó mucho revuelo en México, país en donde está prohibida la pena de muerte, según lo establece el artículo 22 de la Constitución. Este jueves, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), manifestó su «absoluto rechazo» a la ejecución de Abel Revill en Texas.
«Se insta a las autoridades del estado de Texas a considerar conmutar la pena capital de Abel Revill Ochoa […] por una privativa de libertad que se encuentre acorde al derecho a la vida, la dignidad y la integridad de las personas», manifestó el organismo en un comunicado emitido previo a la ejecución.
Revill Ochoa fue el segundo preso ejecutado este año en el estado de Texas y el tercero en el país norteamericano. Otras siete ejecuciones están programadas para los próximos meses en Texas, según reportó Fox.