Manuel de Jesús Báez (Chano)
Cuales Razones sirven para defender y construir un modelo humano de la mujer y la familia? Permítanme analizarlo desde una experiencia de vida.
Nací y viví cerca de una familia pequeña. Eran 6 mujeres. No recuerdo conocer de hábitos masculinos en la conducción de esa familia. Observé que eran madres, Tías y abuelas dirigiendo y sosteniendo a los hijos y protegiendo a todos: hijos, sobrinos, nietos.
Vi madre con un hacha y un machete cortando la leña para cocer los alimentos y para vender en la comunidad. Era la enseñanza de la abuela, que cortaba árboles para hacer el carbón que consumía una parte de la comunidad. Era su forma de sobrevivir y producir la plata-dinero para dar de comer y cubrir los gastos corrientes de la familia.
Observé siempre el estilo duro de la vida que ellas llevaban. Así se comportaban con los hijos, los sobrinos y los nietos. Eran aquellos tiempos en que la palabra era más fuerte que el garrote, la soga o la correa sobre las espaldas.
Los muchachos eran forzosamente obedientes y cumplían al pie de la orden los requerimientos de las madres, las tías y las abuelas. Como era una familia con mucha unidad, respeto y solidaridad entre ellas; se puede decir, que todos respondían a los requerimientos de las madres, las tías y las abuelas, de manera puntual.
Al decir verdad, no recuerdo unas relaciones de colaboración, solidaridad y crianza, entre los padres, Las madres, las abuelas y las tías. Los padres eran como las estrellas fugaces. Iban de vez en cuando y la mayoría de veces, las visitas eran de los hijos.
Los padres que conocí, en esa familia, por lo general, tenían otras familias con las que convivían y pernoctaban. La familia era una familia de madres solteras.
Esa situación fue forjando una familia con una rigidez de hembras. Las madres, las tías y las abuelas eran huesos duros de roer. Sus órdenes y formas de crianzas eran más duras y más fuertes que las de los padres. Pero su cariño y amor eran tan infinitos y profundos como la fortaleza misma de la forma de criar.
Cada día se escuchaba: Bendición mamá, bendición tía, bendición abuela. Seguido de un abrazo, un beso y un mimo, unas bendiciones. Los halagos se dejaban escapar con la realización de las tareas o el cumplimiento de la faena asignada.
Era una crianza entre rebeldía, represión y amor. La rebeldía de sentirse sin libertad. El amor de sentirse amado, querido y elogiado por un comportamiento calificado de bueno. Era el elogio a lo que llamaban el respeto, el buen comportamiento y el cumplimiento de las tareas. Era más, que hablar de valores y buenas costumbres.
Pues estos conceptos ni se conocían ni se definían en la familia, más que hábitos y prácticas de vida. Eran rebelde frente a la vida, las desigualdades, la pobreza.
No tocar lo ajeno. No visitar al vecino. No salir sin permiso y sin decir a que y dónde. A la casa no se podía llevar nada sin conocer su procedencia, bajo la prueba del resondro y la investigación. Si llevaba un peso a la casa ese peso estaba en cuarentena hasta saber el origen. Todo bajo la advertencia “si no es como dice prepárate”.
Respetar y obedecer a todos, sin distinciones de familia, vecinas o allegadas a la familia. Cualquier vecino o persona del pueblo te podía corregir y denunciar ante la familia y hasta castigarte y Dios libre que tu dijera que Fulano te corrigió, esa era otra pela un llevarte donde él para ver si hizo uno de ello una cosa prohibida o le faltó el respeto.
Era la educación. Eran los valores de esa familia. Hoy llamada educación en valores. Eran familias por lo general, semi-analfabeta: con un 1ero hasta un octavo (una a penas).
EL MACHO DE LA FAMILIA!!!!???
Esa mujer es un hombre! Una expresión simbólica de los vecinos, los hijos y los amigos. Queriendo decir que esas madres actuaban con la fuerza y la dedicación de un hombre. No se percibía a la mujer con las mismas dotes que el hombre: dos brazos, dos piernas, dos ojos, dos oídos y un cerebro para pensar y hacer. El trabajo duro, la forma fuerte de criar y formar los hijos, para la comunidad es cuestión de hombres.
Pero en las abuelas, las madres y las tías era cuestión de sobrevivencia y de formación de hijos diferentes a sus padres: responsables y solidarios. Allí la palabra hombre era extraña.
Eso era un reto para esas madres. Mientras los padres dormían en otros hogares, disfrutaban de otros placeres, no sabían qué era de sus hijos; esas madres se cruzaban la vida entre la dura batalla del a día (el duro trabajo y el esfuerzo de educar a hombres y mujeres sin la presencia de un líder varonil en la familia).
Ellas eran las gerentes y conductoras de la familia. Tenían su liderazgo. Lo hacían con más destrezas, inteligencia, esfuerzo y sacrificio que cualquiera de los padres de la vecindad. De donde se deduce que la madre es mejor formadora que el padre.
Esta batalla fue forjando en esa familia a hombres distintos: pasivos, amorosos, comprensivos y respetuosos de la mujer, del ser humano.
En esa familia se veía a la mujer como algo delicado y con las fuerzas necesarias para forjar una generación distinta a la regenteada por el hombre y la concepción que tiene de la familia.
No recuerdo observar en esa familia a las niñas ni a las mujeres semidesnudas, ni exhibiendo su cuerpo, ni teniendo el sexo como mercancía. En esa familia una palabra lo decía todo, aunque no significara nada.
Sin embargo, no se escapaban las expresiones varonil: “Este muchacho no va ser un hombre”, muchacha va a ser.. “.
Además de una orientación del uso y manejo de los recursos para que el barón vaya a la universidad y la hembra se quede en la casa o su destino final: casarse. Esa era la orientación familiar. Sin embargo, el hecho de crecer y desarrollarse entre mujeres hizo una familia solidaria, respetuosa, honrada y comprensiva frente a la realidad que ellas vivían.
Era notorio ver en esas viviendas a hombres visitando. Eran amigos de la familia o enamorados de las madres solteras. También escuchar de esas madres decir: “a mis hijos yo no le pongo otro padre”.
Era uno de los hábitos aprehendido de las madres, las abuelas y la familia. 4 de ellas vivieron y criaron sus hijos sin volver a tener otro marido y algunas de ellas sin jamás juntarse con un hombre ni tener hijos. Y verla 40, 50 y hasta 60 años después morir fulminadas por la edad, el cansancio y la enfermedad.
LAS VISITAS A LA FAMILIA:
Las visitas de amigos familiares y enamorados servían como armas educativas: “Ese es un Bueyero”. Expresión muy usada para comparar al hombre con el que conduce los bueyes y el arado.
En esos tiempos se veía a un hombre con un foete llevar a latigazos a los bueyes. O aquella expresión “ese es un dojón”, como queriendo decir a ese le gusta que lo mantengan. Y así forjaron la conciencia de las hembras frente a la conducta y al comportamiento de los hombres. Era como diciéndole a las hijas sean selectivas.
Muchas expresiones se cruzaban. “No traiga nada aquí, nosotras trabajamos, no queremos compromisos”. Era una advertencia a los visitantes para que no volvieran a llevar detalles de enamorados. Es decir, limitar sus acciones para que luego no se sientan con derechos.
LA CRIaNZA Y LA MORAL:
Esa familia nunca permitía que los hijos lleven a la casa objetos, prenda o chuchería, víveres, frutas o cualquier animal: gallo, gallina, puerco, etc, sin saber de dónde procedía. Cada cosa que se llevaba a la casa tenía que darse una explicación lo más clara y convincente.
Luego las madres iban o mandaban a buscar a la persona que hizo la donación o envío que el muchacho-a llevó a la casa.
A pesar de que se pudieran probar o no la donación o el envío, venía el resondre, a veces la pela o la bofetada, con la advertencia de que no podía volver a recibir donación de nadie. Muchas de las veces, sin poder tocar ni usar lo recibido: se podría o se lanzaba a la basura.
Así se fue forjando una generación de hijos que se educaron con la claridad de que lo ajeno se respetaba y que las cosas se conseguían trabajando y que no se podía pedir, ni recibir nada comprometer o a cambio de ser enamorado. Hoy son cosas del pasado, pero positivas para la convivencia humana.
En materia educativa, eran aprendizajes con el comportamiento. Las mentiras las castigaban sin piedad. Muchas de las veces el castigo consistía en darle bofetadas por los labios hasta hincharlos.
Esto parecía un castigo cruel, pero evitaba la mentira y hacer cosas a escondida. Hoy los métodos son otros, pero esos eran los métodos aprendidos y dieron sus resultados para la época. Observé otros métodos como el castigo y las sanciones sin la pela o la cachetada en esa familia.
Había una que si usted no compraba la carne, ese día no se le brindaba carne en la comida, y así por el estilo. Hoy se habla de tratos crueles y hasta la ley 136-03, persigue y sanciona la conducta de los padres por la corrección. Supuestamente para ir creando un mundo menos violento. Pero la violencia viene de arriba. Viene de los dueños de la economía y el poder.
Sin embargo, eso no evitó que en esa familia alguno mintiera o recibiera algún regalo, pero en lo fundamental, no agravaba la estructura familiar y la ética. Había detalles que eran permitidos y no dañaban ni ofendían la dignidad de la familia.
Esta carga moral, ética y de dignidad, forjó a muchachos-as diferentes. Algunos se quedaron con el macho adentro, otros fueron humanos. En síntesis entendieron la necesidad de una forma de comportamiento que respetara a la mujer como ser humano. Esto es, ni macho ni hembra: HUMANOS.
Hoy se han creado dos términos, dos tendencias peligrosas para los humanos: El machismo porque genera una cultura de la fuerza, de la negación de derechos y la concentración de poderes.
El feminismo: Esta es la otra cara del machismo. La competencia por el poder, por el espacio. Ambos evitan la construcción de modelos de hombres y mujeres HUMANOS.
AMBOS MODELOS, Evitan la construcción de una sociedad basada en el valor humano. Abren un mundo de competencia para las cosas aprehendidas del modelo Neoliberal: Placer, Tener, Poder. Estos tres valores riñen con una sociedad humana y solidaria.
El proyecto humano no puede cambiar la naturaleza humana por la sed de acumulación y la ambición insaciable del ser humano de satisfacer necesidades superfluas como el sexo, el placer, el tener, el poder y la competencia, en detrimento de satisfacer necesidades humanas y sociales, comunes al hombre y la mujer, para construir una sociedad modelo, que el hombre y la mujer no sean la mercancía del mercado.
EL FORTALECIMIENTO EN EL TRABAJO DE LO APREHENDIDO:
Si el destino fuera cierto, habría que pensar, que cada uno nace con un destino. En el quehacer cotidiano hay enseñanzas que se convierten en reflejo del caminar.
Durante años trabajando redes sociales, allí se descubren actitudes y conductas, en los dos sexos, que son símiles.
La sociedad ha desarrollado seres vivos: entre ellos a hombres y mujeres con los mismos hábitos hasta con los mismos valores.
Las madres siguieron la ruta de lo natural y forman a sus familias con las mismas prácticas aprehendidas de siglos anteriores. El criterio de que la mujer tiene que respetar al hombre sigue siendo un valor en la familia tradicional.
Cuando esta muchacha y este muchacho, se encuentran de frente con una sociedad que ha cambiado en el derecho positivo esos valores, se produce la rebeldía de uno contra el otro. Muchas veces asimilados de manera violenta y sin una concienciación de aquel contenido nuevo.
Liberarse, igualarse en el derecho positivo, no es lo mismo que liberarse e igualarse en el comportamiento humano.
Esta diatriba de hoy es una educación en valores positivos. La igualdad de derechos no implica que la rebeldía se haga tan inconsciente que haya que matar a la pareja para someterla al dominio de los mortales.
Pero ni tan vengativo que haya que responder con los mismos métodos con lo que la política expansionista resuelve la conquista de mercado, negando el desarrollo de un hombre y una mujer en un estado natural de siglos y en contacto permanente con la naturaleza. Es una ruptura violenta y sin pausa que resquebraja al razonamiento.
La fiera del neoliberalismo-mercado está herida. La fiera herida es más peligrosa que la fiera sana. Sus zarpazos son más fieros y desgarradores. Eso se ve en esas cadenas sociales, inverso a las cadenas naturales.
El hombre y la mujer son sus mercancías y de los valores del mercado ellos son sus corredores. Por eso el ritmo social va a corde con la vorágine de la acumulación y concentración de capitales y la destrucción de los núcleos familiares y naturales.
El nuevo concepto de economía introdujo los conceptos Machismo, feminismo, genero, feminicidio. Con ellos nacieron la vorágine de la libertad feminista y las aberraciones machistas.
El producto Neoliberal tiene un mercado ideologizado: machismo-feminismo. Ahí nos entretienen y nos dividen: el uno contra el otro.
Ya la lucha no es por la distribución de las riquezas de manera equitativa. Hoy es la lucha por la igualdad entre el hombre y la mujer. Por las mismas oportunidades de trabajo, estudios, servicios. Llegando incluso, a lo que hoy se llama lesbianismo, homosexualismo o las nuevas LTGB. El mundo ha caminado patas arribas con estos nuevos derechos.
Ya no son derechos naturales, ni positivos de los hombres y mujeres, para un ambiente de paz y distribución de riquezas. Hoy cada uno tiene y quiere un espacio para él, los demás son los demás.
Y ha llegado tan lejos, que los hombres se casan y se le ha impuesto al mundo que esos matrimonios que son derechos. Los que no lo comparte están atrasados, niegan derechos.
Trabajar la violencia de ”género” puso al descubierto que los mismos activistas que formaban la red no hacían conciencia de la magnitud del problema, y en muchos de los casos ni lo asimilaban. Inconscientemente en cada momento respiran el machismo. Es la misma mujer que se discrimina y recrimina.
Las corrientes europeas y norteamericanas en sus andanzas neoliberales son las que inundan al mundo enseñando y vendiendo que la sociedad humana es mejor si el feminismo derrota al machismo. Han destruido la familia.
Para esas corrientes la sociedad se ve más linda si la mujer se iguala con el hombre en todos los espacios de la vida. La han conquistado para que olviden que el hombre y la mujer son un paquete humano que construyen un proyecto de manejo y dominio de la naturaleza, para colocarla a favor de sus intereses, no del capital y sus sequitos. Convirtieron el machismo y el feminismo en ideologías: son dos clases sociales.
Existen expresiones fuertes de las mismas mujeres, sobre todo de las madres de familia ya establecidas y sin ninguna otra alternativa en lo inmediato que la dependencia económica y de la estabilidad social que representa para ella el marido. Esta lucha entre el feminismo y el machismo entorpece a la familia.
Impide construir el camino de la liberación humana o la liberación de la familia como proyecto de una sociedad humana.
Las redes pusieron al descubierto la baja valoración de la mujer como ser humano, como pareja y como creadora y forjadora de familia. En muchos de los casos se niegan a sí misma y desconocen su verdadero valor.
Una familia antes se construía con otros conceptos de colegiatura en las decisiones y comportamientos. Expresiones como esta: “Cuando venga tu padre se lo digo”, NOS INDICA QUE EL PROYECTO HUMANO ERA OTRO.
La mujer es una excelente comunicadora, una maestra y educadora por naturaleza. Estos valores no están claro para ella. No lo socializa ni la sociedad la ayuda a entenderlos.
Cuando la sociedad y los poderes públicos les dicen de igualdad de derechos es muy probables que esta información sin descodificar sea INTENCIONAL.
A la mujer se le hace incomodo descodificar las amenazas del sistema, las intrigas y la orientación al conflicto permanente que divide. Su propaganda y sus ofertas. Hoy la mujer es una mercancía, y que mercancía?
Hay tabúes religiosos también que no ayudan. Las organizaciones feministas tampoco colaboran con la educación. Están en el extremo.
Participar en eventos feministas es sentirse satanizados y prototipo de todo el desorden ideológico y cultural de esos hábitos. La sociedad política tiene también sus reservas y aunque las leyes son más abiertas, todavía el camino sigue con obstáculos.
Lo fuerte de los políticos es que el tema no lo tratan en serio en sus programas de gobiernos y aun cuando lo programan, en el gobierno es tema sin trascendencia.
LAS AGENCIAS Y LAS ONGS EN EL MUNDO DEL FEMINISMO.
Continentes como el europeo, se han insertado en una política de género, que si bien es cierto que toca algunas culturas y hábitos latinoamericanos, también es cierto, que no responden a los mismos esquemas culturales. Es Europa que introduce la división, la muerte y el engaño, en el continente americano. Hoy dice proteger los derechos que vulneraron e introducir corrientes ideológicas que dividen y separan la familia: machismo y feminismo.
El machismo tiene sus matices y hasta orígenes diferentes. Nuestra historia y nuestra cultura difieren bastante de la europea, amén de la desgracia que nos cultivaron y las raíces que destruyeron.
Las sociedades más antiguas como el esclavismo, feudalismo, el modo asiático y el capitalismo, vienen del viejo continente.
Nuestras sociedades eran vírgenes cuando llegaron ellos. Lo cambiaron todo. Lo robaron todo. Asesinaron y mataron tribus entera y como en el caso de dominicana, exterminaron a los primitivos.
Los contactos con Europa nos dicen que es una sociedad con otros tipos de libertades. Los proyectos libertarios de América casi todos tuvieron como modelos los europeos. Pero hasta los códigos copiados fueron una mala traducción, mostrenco y limitados. Además, de no responder a esquemas socioculturales. América es américa.
Recuerdo que una amiga me comentaba que terminó con una relación de noviazgo que tenía desde más de diez años con un amigo y me decía que Vivieron mudado 7 años en una casa, cuando entendieron que no podían seguir se separaron. Me decía que una noche un amigo la invito a salir y que se lo comunicó a su madre.
Al día siguiente cuando volvió a ver a su madre, esta le preguntó que como le fue y ella le respondió que solo se tomaron un par de cervezas y su madre indago por si no tuvieron sexos y ella le dijo que no. Su madre le preguntó que si el tipo era Guey, ella le dijo que no.
Su madre le dijo “perdiste esa oportunidad”. En dominicana, no hay tantas liberalidades entre madres e hijas, todavía existen muchos límites morales y éticos. Europa es distinta.
Los amigos de allá son los maridos de aquí. Aquellos se usan y no tienen compromisos, aquí unas relaciones a esos niveles encierran compromisos de otras naturalezas.
Aquellas son unas sociedades pervertidas con el nombre de liberales. Ellos dicen que se llaman avanzadas y liberales. Nosotros atrasados. Viva el atraso.
Esa liberación nos ha llegado en forma de feminismo. Pero allá como aquí el hombre es macho y mata, golpea e impone reglas fuertes en la familia. Es el feminismo un proyecto de muerte contra las ideas progresistas? Esto parece. Se creó para dividir la familia e inspirar la rotura del proyecto de liberarnos de la opresión.
A veces habrá que preguntarse, como es que países avanzados como los europeos, los ingleses, que predican tanto las libertades y matan, asesinan y roban a los pueblos?
Un ejemplo de esas libertades la aplican en los Balcanes. Los bombardearon, los dividieron, Asesinaron a cientos de miles, bombardearon y destruyeron poblaciones enteras. Ese es el ejemplo a seguir?
Como no pueden hacer lo mismo en América, porque aquí se vive otra realidad, entonces nos bombardean ideológicamente. Aquí vienen hablar en contra de lo que dejaron: La corrupción, la opresión y la diferencia entre hombres y mujeres. Ellos vinieron y destruyeron nuestros cacicazgos, nuestras tribus, las etnias. Ahora se pintan como los paladines de la democracia y la honestidad. Farsantes.
Ahora vienen con su lesbianismo, machismo, feminismo. Sus aberraciones que se las lleven para Sodoma y Gomorra. Así caen fuera de las gracias de la naturaleza, la honestidad, la moral y la ética humanas.
EN LOS ESPACIOS DE TRABAJOS: TRIBUNALES:
El primer muro de resistencia en los juzgados son las funcionarias. Son una crítica abierta a las mujeres que van por pensiones.
Hay magistradas que creen que las mujeres deben trabajar y que tener hijos para vivir del dinero que dan los padres es hacer vida parasitaria. Las mujeres fiscales y juezas llegan hasta lo ridículo y piden a las mujeres que estudien y trabajen.
Y aunque esto parezca bueno, es como una forma de ridiculizarla. Es parte del machismo con el que se formaron. Superarlo es duro. A veces lo manifiestan con expresiones soeces.
El segundo obstáculo y ofensa son los padres de los niños. En muchas de las ocasiones solicitan el estudio del ADN.
Como queriendo decir ese hijo tiene otro padre. En el fondo acusada de infidelidad. Es como si su mismo género, su marido colocaran el dedo acusador.
Sin embargo los estudios de ADN casi en el 99 % eran positivo. Como la mujer y el hombre no aceptan que el niño y la mujer tienen unos derechos independientes del sexo y de la fuerza con que se manifiesta la tendencia machista en la sociedad.
Fui aprendiendo que el problema no es del macho solo, es un problema en pareja: la mujer facilita que las generaciones se formen así y el hombre fortalece esa tendencia. 24 horas pasa la mujer en la casa, el hombre por lo general vive en el trabajo y en la calle, sobre todo en una sociedad como la nuestra, de desempleo y bajos salarios, sobre todo para las mujeres.
*Autor es abogado