Santo Domingo.- El Instituto Nacional de Recursos Hidráulico (INDRHI), solicitó tomar medidas que impidan la sedimentación de la presa de Valdesia, Jigüey y Aguacate que tienen como fuente principal al río Nizao.
El INDRHI, mostró su preocupación porque el afluente (Nizao), que cada vez más disminuye su caudal como consecuencias de la extracción de arenas y actividades agrícolas en su cuenca.
El director de Planificación de Desarrollo Hídrico del INDRHI, ingeniero Eliseo González, expuso que el Nizao tiene un caudal promedio de 32 metros cúbicos por segundo, pero se aprovecha 7.5 por segundo en los sistemas de acueductos.
Recordó que el sistema Valdesia es la principal fuente de abastecimiento de agua potable del gran Santo Domingo, además, del metro cúbico destinado a San Cristóbal y una cantidad similar para Baní.
Reveló que adicionalmente irriga 195,312 tareas de vocación agrícola, 12,280 hectáreas, a través de los sistemas Marcos A. Cabral, de vital importancia para la producción agrícola de la provincia Peravia.
También, el canal Nizao Najayo, irriga miles de tareas en la provincia de San Cristóbal, a lo que agrega la producción de 400 gigavatios hora de energía al año, cantidad que es alrededor del 35% de toda la energía hidroeléctrica generada en los aprovechamientos del territorio nacional.
Revela que el INDRHI tiene identificada otra presa que se alimentaría del Nizao, que sería la Nizao Rancho Arriba, con una capacidad de almacenamiento de 120 millones de metros cúbicos, que daría agua a San José de Ocoa y aumentaría la generación hidroeléctrica.
Además, explica, esta garantizaría la vida útil de las presas ubicadas más abajo, sobre todo, la de Jigüey, que tiene un alto grado de sedimentación debido a las actividades agrícolas y de desforestación en la cuenca.
Llama la atención para que se detengan actividades que provocan erosión, lo que ha provocado un aceleramiento de la sedimentación de las presas.
Se solidariza con el editorial de ayer de este diario para que las acciones de protección del Nizao sean contínuas, porque esa fuente acuífera es la vida de más de 4 millones de habitantes del país.
Academia. El ecologista Milcíades Mejía, ex presidente de la Academia de Ciencias y miembro de la Comisión de Medio Ambiente de esa entidad, señala que el Nizao es una cuenca que hay que manejarla con un criterio de conservación de suelos y de bosques.
Urge detener la extracción de arena y grava que se produce en la cola de la presa, en las comunidades de Las Ahuyamas y Monte Negro, en Rancho Arriba.
De igual modo, demanda esfuerzos para que el vertedero de Rancho Arriba, donde se depositan los residuos sólidos, sea trasladado, ya que donde opera actualmente es una pendiente y los lixiviados van directamente al río Banilejo por un lado y a la cuenca del Nizao por el otro.
Sostuvo que esa cuenca hay que preservarla, no solamente con la siembra de café, sino además reforestarlas con especies nativas y endémicas de la zona.
En su principal editorial de ayer, este diario se hace eco de la preocupación del ambientalista Eleuterio Martínez, sobre los peligros que se ciernen con las agresiones físicas que se ejercen sobre el cauce y la cuenca colectora del estratégico río Nizao. Define al Nizao como una joya que se debe cuidar y proteger con esmero particular, porque sin él no se podría vivir en SD.