IRÁN.- El bombardeo estadounidense sin precedentes que acabó con la vida en Bagdad al general iraní Qasem Soleimani y al líder paramilitar iraquí Abu Mehdi Al Muhandis abre un periodo de incertidumbre para Estados Unidos y sus aliados en la región.
También, suscita muchas preguntas sobre qué pasó y qué pasará.
Estados Unidos dijo que desplegará hasta 3.500 soldados adicionales en Medio Oriente para reforzar la seguridad en la región tras la muerte en Bagdad del general iraní Soleimani.
Puntos claves de la creciente tensión en Oriente Medio:
El Pentágono afirmó que un ataque con misiles que acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani y a Abu Mahdi al Mohandes, vicepresidente de la milicia progubernamental mayoritariamente chií Multitud Popular.
Tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, han dicho que Soleimani planeaba llevar a cabo más ataques contra víctimas inocentes. Pompeo, justificó el ataque como una medida de defensa. Asimimso, aseguró que Estados Unidos no quiere una guerra con Irán.
Días antes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que Irán «pagaría un precio muy alto» después de que los partidarios de la milicia chiíta irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
En una primera reacción, líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, amenazó con «una severa retribución» a los «criminales» responsables de la muerte de Soleimani.
La embajada de Estados Unidos en Bagdad instó a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Irak «inmediatamente» a medida que aumentan las tensiones.
Según varios medios estadounidenses, se utilizaron drones que golpearon dos vehículos en una carretera que conduce al aeropuerto internacional de Bagdad. El Pentágono no entregó detalles de la operación, aunque dejó en claro que el presidente Donald Trump dio la orden de llevarla a cabo.
Soleimani, que comandaba las fuerzas especiales Quds de Irán y era considerado como una de las figuras más poderosas del país, viajaba en uno de ellos.
Abu Mehdi Al Muhandis, el número dos de Hashd Al Shaabi, coalición paramilitar mayoritariamente pro-Irán, también murió en el atentado.
Un responsable militar estadounidense aseguró a la AFP que el impacto que pulverizó este viernes en Bagdad dos vehículos donde se encontraban Soleimani y Mehdi se realizó con «un tiro de precisión de dron». Sin embargo, los medios estatales iraníes dijeron que helicópteros estadounidenses lanzaron el ataque.
Este método de asesinato de miembros de un ejército extranjero refleja más el modus operandi del ejército israelí que de las fuerzas estadounidenses, que típicamente organizan con precisión a sus fuerzas especiales cuando buscan eliminar figuras de alto mando. Los ejemplos incluyen Osama bin Laden, o más recientemente, el exlíder del Estado Islámico Abu Bakr Al Bagdadi.
Estados Unidos ha seguido de cerca los pasos de Soleimani y podría haberlo atacado antes. El Pentágono aseguró que el general había estado «desarrollando activamente planes para atacar diplomáticos estadounidenses y miembros del servicio en Irak y en toda la región».
Iran Teheran | Demonstration nach Dronenattacke gegen Qassem Soleimani (picture-alliance/AP Photo/V. Salemi)
Multitudinaria manifestación en Teherán para protestar por la muerte de Soleimani.
Condenas desde Irán, pero también desde Irak
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, aseguró que se vengaría la muerte del general Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, encargada de las misiones en el exterior. Al igual que el presidente del país, Hassan Rohani: «No hay ninguna duda sobre el hecho de que la gran nación de Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos», dijo e un comunicado publicado por la página web del gobierno.
Pero también en Irak ha habido un rotundo rechazo a la operación estadounidense. Desde las milicias proiraníes, por supuesto, pero también desde el gobierno. Un jefe de aquellas, Qais al Jazali, llamó a «todos los combatientes» a «estar preparados» ya que les espera «una inminente conquista y una gran victoria»; mientras el líder chií religioso en Irak, Moqtada Sadr anunció la reactivación de su milica anti estadounidense.
El primer ministro dimisionario de Irak, Adel Abdel Mahdi, condenó el ataque como un agravio a su soberanía, que se fue efectuado en el Aeropuerto Internacional de Bagdad. En un comunicado aseguró que «llevar a cabo operaciones de ajuste de cuentas contra figuras de liderazgo iraquíes y de un país hermano en suelo iraquí constituye una violación flagrante de la soberanía iraquí y un ataque a la dignidad del país».
Peligro de «una guerra devastadora»
Asimismo, advirtió de que esta acción representa «una escalada peligrosa que enciende una guerra devastadora en Irak, en la región y en el mundo». Abdelmahdi también denunció que el ataque contraviene las condiciones y el papel de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak, recordando que su cometido es entrenar a las tropas iraquíes y luchar contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), «bajo la supervisión y con la aprobación del Gobierno iraquí».
El primer ministro, que presentó su dimisión a finales de noviembre en el marco de la crisis que sacude Irak, ofreció además sus condolencias por la muerte de Al Mohandes y Soleimani, a los que calificó de «grandes símbolos de la victoria frente al EI». Multitud Popular tuvo un papel destacado en la victoria sobre el grupo terrorista, pero Estados Unidos responsabiliza al grupo Kata’ib Hizbulá, que opera bajo el paraguas de esta milicia, del frecuente lanzamiento de proyectiles y cohetes contra intereses estadounidenses en suelo iraquí.
El líder del grupo chií libanés Hezbolá, Hasan Nasralá, llamó en declaraciones a una televisión afín del Líbano a completar «el camino del comandante Soleimani» y a trabajar «día y noche para conseguir sus objetivos». «Vengar a los asesinos de los muyahidines (combatientes) será la responsabilidad y el trabajo de todos en la Resistencia», afirmó Nasralá. «Si Dios quiere, los asesinos estadounidenses no serán capaces de conseguir ninguno de sus objetivos tras este gran crimen», agregó el líder de Hezbolá.
Alerta máxima en Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recortó el tiempo de su visita oficial a Gracia, donde se encontraba para la firma de un acuerdo para la construcción de un gasoducto, para volver a su país inmediatamente después del ataque estadounidense. El Ejército de Israel se encuentra en máxima alerta, según la radio militar.
El mandatario israelí apuntó, en viaje a Israel, que «el presidente Donald Trump merece todo el crédito por actuar con rapidez, fortaleza y decisión» y remarcó que «Israel apoya a Estados Unidos en su lucha por paz, seguridad y defensa propia». Además, Netanyahu se refirió a Soleimani, quien dijo «es responsable por la muerte de ciudadanos estadounidenses y mucha otra gente inocente» y «estaba planificando más ataques». «Igual que Israel tiene derecho a defenderse, Estados Unidos tiene exactamente el mismo derecho», añadió durante su viaje de vuelta.
Condena rusa
Rusia condenó el ataque estadounidense y pronosticó un aumento de la tensión en Oriente Medio. «El asesinato de Soleimani como resultado de un bombardeo en las afueras de Bagdad lo vemos como un paso aventurero que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región», informó la Cancillería en un comunicado. La nota oficial destaca que «Soleimani se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán». «Expresamos nuestras sinceras condolencias al pueblo iraní», añade.
A su vez, el jefe del comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov, aseguró que dicho asesinato parece una «venganza» por el asalto a la Embajada estadounidense en Bagdad y pronosticó nuevos enfrentamientos entre Estados Unidos y los radicales chiíes. «Me gustaría equivocarme, ya que las guerras con fáciles de empezar, pero difíciles de acabar», dijo.