Observar a un joven con brakets en la región es algo común y corriente. Saber que necesita ortodoncia es sencillo, pues como la mayoría no va al dentista sus problemas son muchos. Saber de dónde vino la popularidad de los brakets de lujos más complejo, pensar de quién fue la idea de colocárselo muchas veces para cubrir una falla estética, ponérselos para aparentar solamente, es verdaderamente un lujo. Muchas veces llego hasta comprender que muchos de ellos al no poder pagar un buen servicio dental no les quede otra alternativa.
Los jóvenes saben dónde encontrar esos técnicos esos “pone brakets”, saben que sus precios son populares. Mi mente se remonta a los años 90 cuando la región quizás no contaba con especialistas de la ortodoncia (sabiendo que solo contamos con uno propiamente oriundo de aquí), me hace recordar la época donde tener un celular startac, un beeper y unos brakets era sinónimo de estar en buena, eran símbolos de poder económicos, pues solo una pequeña parte podía acceder.
Esto me hace comprender aún más este fenómeno popular que es tener brakets de lujo. Todo aquello que no es necesario es un lujo, así lo define Wikipedia, pero será que los brakests están considerados así, de ninguna manera.
Nuestra región carece de muchos servicios, más que todo necesita buenos especialistas de la ortodoncia que sean de la región y que esto ayude a bajar los precios de los tratamientos para que no sea aun visto como un lujo. Lo que me asusta es que no contamos con una política de protección a la población que nos ayude a evitar un sin número de problemas que sí salen caros y que son causados por esa mala práctica.
Colocan los brakets sin los cuidados necesarios, sin los controles de higiene ni del técnico ni del lugar, usando cementos que no son los indicados muchas veces con accesos que hacen que se inflamen las encías produciendo problemas periodontales (enfermedad de las encías), sin antes hacer un revisión de la condición bucal.
En definitiva un gran peligro pues nadie quita que se puedan transmitir enfermedades como la hepatitis. Sin ellos saber que los brakets de por si aumentan la posibilidad de causar daños si no se tiene un cuidado minucioso luego de ser colocados, que hay que realizarse profilaxis periódicas, que hay que usar un kit de ortodoncia( cepillos, hilo, gamitas, entre otras cosas).
Entiendo que las autoridades de salud no deberían de darse el lujo de no hacer su trabajo de orientar y proteger a la población, de no dejarnos doblar el pulso sobre este mal ya casi endémico, pues son muchos los años que vienen realizándose estas prácticas clandestinas sin que se escuche una voz de alerta: los brakets de lujos salen caros muy caros a la salud de la población más que todo, a la que carece de recursos para luego resolver el daño causado.
O será que no tenemos dolientes. Queda esa pregunta en el aire para que usted mismo sea el jurado.
Autor es odontólogo, propietario de Natclinic