Las Matas de Farfán.- Comunidades del Sur del país conservan algunas tradiciones de Semana Santa: en Viernes Santo no se alza la voz, no imponen castigos a los hijos hasta el día siguiente; no se escucha música alta y las parejas se abstienen de sostener encuentros amorosos.
Así lo afirma el diputado Roberto Pérez Lebrón, quien saluda esas creencias, el legislador critica la mayoría de los habitantes de la zona aprovechan la Semana Mayor para fiestas, fuera de los cultos organizados por las iglesias y, en cambio, optan por írse a playas.
Pérez Lebrón, representante de los municipios Las Matas de Farfán, El Cercado y Vallejuelo, provincia San Juan, afirma que a partir del mediodía del Viernes Santo, el temor es por la creencia de que Jesucristo está muerto.
«Ese mismo temor lo expresan por creer que el Diablo anda suelto y hará de las suyas», dijo.
La peculiar forma de recordar la Semana Santa resalta el elemento previo a esta época más distintivo de la cultura sureña y consiste en elaborar caretas de cartón y decorarlas con plumas de aves, para asustar a los niños que se consideran con mal comportamiento, en un estilo similar a las costumbres del carnaval.
El legislador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), indica que hace unos años en la localidad de Las Matas de Farfán, donde vive, la Semana Santa era un rito religioso muy radical.
“La Semana Santa era un rito religioso muy radical, pero ya no. Se prohibía hacer casi todo. Ahora, es un día para la gente distribuirse en los diferentes ríos de la zona. Hay un club con piscina, a donde la gente va masivamente. No se baila mucho, pero se toma mucho alcohol”, lamentó.
Lo que si no cambia, es el consumo de la comida, de las habichuelas con dulce y del chaca, un plato elaborado a base de maíz endulzado, atribuyendo las tradiciones de la Semana Santa en el Sur a los ritos y manifestaciones entendidas malignas.