Barahona.- El director ejecutivo de la Fundación de Apoyo al Suroeste (Fundasur), apéndice a la Pastoral Social de la Diócesis de Barahona, padre Antonio Fernández Rodríguez, consideró que a la problemática de la violencia no se le están dando los correctivos correctos.
Fernández Rodríguez, comparó el problema de la violencia como cuando una persona tiene una herida y se le pone una simple gaza para taparla, mientras esta sigue abierta emanando malos olores porque no se le da el tratamiento adecuado.
Indicó que si hay un descuido, como, a su juicio, ocurre con el flagelo de la violencia, la herida puede provocar se gangrene esa parte del cuerpo y haya que cortarla de manera definitiva como solución al problema.
El religioso, entrevistado en exclusiva, dijo que hay muchos factores que inciden en este flagelo social, indicando que la ausencia de valores y el quiebre de la familia, como un órgano primordial y base de toda sociedad, se encuentra muy debilitada.
“La violencia no es solo cuando llega el atracador, sino que es el resultado de una cadena de acciones que empieza en la familia, de cómo educamos a nuestros hijos y qué tipo de correcciones damos a ese lenguaje soez de nuestros vástagos”, expuso el sacerdote.
Consideró, asimismo, que hay una escalada de la violencia porque existen unos medios masivos de comunicación, de arte, de música, principalmente la “urbana” que lo que promueven es eso (violencia).
“Siento que esas son las causas que llevan a un muchacho a una mucha sin la debida educación, sin los recursos suficientes ni tiene los medios para desarrollar su potencial, fácilmente caiga en situaciones que resultan en un problema para la sociedad”, observó.
Criticó que la policía, como parte de su misión, persiga a quienes se dedican a acciones reñidas con la ley, los ponga en la cárcel, “pero salen de ahí per que como entraron porque también las prisiones adolecen de múltiples necesidades”.
Afirmó que los internos o privados de libertad cuando vuelvan a las calles deberían ser personas reformadas, capaces de integrarse a la sociedad superando aquellas cosas por las que entraron a las cárceles, sin embargo, dijo que en el caso dominicano éstos salen mejor preparados para cometer acciones delincuenciales.
Citó el caso de las deportaciones de los dominicanos residentes en otros países, “no todos porque los deportan cuando no tienen papeles”, pero dijo que muchos vienen al país ya hechos licenciados y hasta con “doctorados” en delincuencia.
Le preocupa más
El padre Antonio Fernández Rodríguez, dijo que a él le preocupa más que son jovencitos con edades que oscilan entre los 20 y 25 años quienes están inmersos en acciones de violencia y de delincuencia.
Significó que se trata de chicos a los cuales la vida ni la sociedad les está dando “nada” y andan “asesinando gentes” y por una simple cosa se juegan hasta su propia vida.
“Eso jóvenes no tienen amor a la vida, a las propias suyas ni a la de los demás, esas son cosas que nos están diciendo que no estamos educando bien a nuestra sociedad”, indicó.
El padre Fernández Rodríguez, de nacionalidad española, pero quien lleva varios años residiendo en el país, dijo que ahora observa un comportamiento distintos a años atrás en cuando a la problemática de la violencia.
Afirmó que una manera de superar esta situación es con una educación seria, no solo de “cemento y ladrillos”, sin en centrarse en los temas de qué tipo de personas queremos y estamos formando.
“Si una persona productiva y critica, o queremos seres humanos consumistas o apostamos a que se desarrollen integralmente, con valores y con el respeto que caracteriza al dominicano”, expuso.