Desde que tengo uso de razón, el reclamo de diversos sectores ha sido que a la frontera se le preste atención.
En esta zona del país siempre ha sido escasa la inversión en educación, industria, empresas, asistencia técnica, apoyo a los productores, etc. Esas precariedades se resaltan con más contundencia cada cuatro años.
En ese período los opositores, buscando el voto, van a la frontera y “descubren” todas sus PRECARIEDADES. El partido en el poder, en cualquier período, también mira hacia esa zona y se motiva con algunas iniciativas.
Con la Ley 28-01, que crea una Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, se buscó incentivar la inversión en esa zona.
Motivar a los empresarios para que pongan su mirada y sus recursos al servicio de los dominicanos que residen en esa franja del territorio, ocupada por Bahoruco, Independencia, Pedernales, Dajabón, Montecristi, Elías Piña y Santiago Rodríguez.
Algunos se animaron y llevaron sus recursos a provincias como Santiago Rodríguez, Dajabón y Bahoruco. No en grandes proporciones.
La frontera sigue sumida en la pobreza. Continúa siendo muy mínima la inversión estatal y privada. Por eso llena de regocijo la decisión del Instituto de Formación Técnico Profesional -Infotep- de llevar talleres a las siete provincias que integran la frontera.
En zonas donde decenas de jóvenes ven pasar el tiempo deambulando por polvorientas calles, o envejeciendo buscando qué hacer cada día para sostenerse ellos, y en muchos casos una esposa e hijos, llegados a destiempo. Algunos llegan al bachillerato y no pueden avanzar, otros apenas a un 6to u 8vo grado.
Es un paso trascendente que, en lo adelante, esos jóvenes accedan a una carrera o un curso técnico de informática, gastronomía, tecnología, soldadura, belleza, plomería, mecánica, panadería, repostería, electricidad, electrónica, bar y restaurantes. Las palmas suenan por esa disposición de Rafael Ovalles y Danilo Medina.
El objetivo de esa iniciativa es mantener en la frontera a esos dominicanos que, como dice el eslogan, viven donde nace y termina la patria. Que no abandonen sus predios ni sus raíces por falta de oportunidades.
Sin embargo, falta un complemento. Si esos jóvenes que se forman en esos talleres de Infotep no encuentran donde ejercer su profesión, seguirán emigrando.
Es por eso que mis Expresiones, además de felicitar la disposición, pide que se les incentive. Que tras capacitarse, puedan obtener préstamos y facilidades para instalar un negocio y ejercer lo aprendido.
Así, además de tener una carrera, tendrán un medio de vida seguro y podrán seguir residiendo en su comunidad. De lo contrario, se estarían formando en la frontera, pero pasarían al servicio de los grandes centros poblados, porque allí es donde están las oportunidades.
La bienvenida a los talleres de Infotep en la frontera. Que se complete la obra apoyando las iniciativas de esos nuevos profesionales.