A parte de las acusaciones, sin pruebas, las mayorías. Además de vivir recordando los supuestos errores de sus adversarios y lo que hicieron o dejaron de hacer.
Y además de vivir atento a lo que dicen sus oponentes del gobierno para contradecirlo, sea lo que sea, no se evidencia qué discurso tienen los aspirantes presidenciales de este país.
Por ejemplo, uno de estos, en vez de aprovechar un espacio televisivo para ofertar lo que haría de llegar a la presidencia, se limitó a decir a quién quiere de contrincante. Según él, porque le iría mejor debido a que tiene argumentos para derrotarlo.
Dijo que le sacaría actos de corrupción, de drogas, de quiebra de empresas, etc. Pero no hizo ninguna propuesta de cómo enfrentar la delincuencia, la corrupción, los problemas de la justicia, de los apagones, etc. Como votante me quedé esperando sus ofertas, pero solo recibí chismes.
Pudiese ser que, como la rana, este aspirante este pidiendo lo contrario de lo que dice. ¿Se saben el cuento de la rana? Esta pedía insistentemente que la lanzaran al fuego porque el agua para ella era mortal, esto hizo que su captor dudara y, al final la tiró a donde ella no quería…al agua.
Posiblemente eso desea este aspirante, tener otro adversario que no sea el señalado por él, porque tal vez es a éste al que le teme. Pero volvamos al discurso de nuestros candidatos.
Otro aspirante recorre el país solo contradiciendo lo que dice el partido de gobierno y el actual presidente. Si dice azul él dice blanco y si dice lluvia él dice sequía.
Ese candidato opositor, va siempre un paso detrás. Cuando oferta algo se limita a quedarse en el aire, sin dar ningún proyecto concreto a ejecutar. Siempre rebatiendo lo que hacen sus adversarios en lo económico, educativo, social, etc.
Los demás, provenientes de los partidos del CERO, que saben de sus escasas posibilidades, hacen propuestas radicales y que agradan al oído, sabedores de que sus votos no alcanzan para acceder a la primera magistratura. Por eso hablan de meter preso a todo el que pasó por el gobierno. Prometen voltear la justicia y cambiar todos los jueces y fiscales.
Dicen que distribuirán entre todos los pobres los recursos del Estado. Pero todo esto es solo un discurso demagógico. Ninguna propuesta de como harían eso y qué planes tendrían para llevarlo a cabo y con quien. Lo que escucho no son ofertas creíbles.
Lo cierto es que, en este momento a excepción de Leonel Fernández, que recorre el país con su propuesta “Hacia el 20-44”, ningún aspirante presidencial ha presentado formas reales de cómo seguir echando este país para adelante.
Por cada provincia, Fernández ha llevado un legado de proyectos, obras y ejecuciones que, de ponerse en marcha, muy pronto tendríamos un país diferente. Y por cada propuesta detalla cómo lograrlo y que hacer para lograrlo. Quierase o no, eso tiene csloe
Claro, no incluimos entre los candidatos al presidente Danilo Medina porque no ha dicho aún que aspira a seguir y en vez de ofrecer, está haciendo lo que considera factible para seguir sentando las bases del desarrollo país. Y hoy vemos muchas cosas positivas en los aspectos educativo, agrícola, tecnológico, administrativo, etc.
Pero, de verdad, quienes adversan al actual gobierno y su partido, parece no tener un discurso ni una propuesta que atraiga al votante para las elecciones del 2020. Al menos no se ven, ni se escuchan, ofertas creíbles ni concretas.