España.- El asesino confeso de Rebeca Alexandra Cadet Santana, la joven dominicana asesinada por su pareja, el ecuatoriano Tomás Maestre Ramírez, declaró ya ante el juez del Juzgado número 1 de Laredo.
El magistrado ante el cual ha declarado, está a cargo de la instrucción del asesinato de Rebeca Alexandra, ocurrido la madrugada del jueves en Laredo, el primero por violencia de género este año en España .
Hacia las dos de la tarde de este viernes el acusado fue conducido desde lel calabozo de la Policía Local de Laredo hasta el Juzgado, custodiado por varios agentes de la Guardia Civil.
Llegó esposado y con la cabeza baja y escuchando los gritos de ¡asesino, asesino! que le profirieron algunas de las personas que se encontraban esperando su salida junto las dependencias policiales.
No ha trascendido todavía si el acusado ha ratificado la declaración que en un primer momento hizo frente los agentes de la Policía Local de Laredo, ya que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.
Pero lo parece probable es que después de declarar el juez le envía a prisión de forma provisional. En ese caso, será conducido directamente hasta la cárcel de El Dueso y allí pasará las primeras horas con un preso de confianza para después ingresar en el módulo 2.
Una de las últimas ocasiones en las que Rebeca y su asesino confeso, Tomás, habían coincidido en público fue durante la celebración de Nochevieja.
Fue en un pub de la Puebla Vieja de Laredo donde la chica trabajaba poniendo copas y él hacía de pinchadiscos de forma ocasional. Hacía año y medio que habían comenzado una relación que quienes les conocían como pareja califican de «intermitente».
Ahora, la ruptura parecía definitiva. «Es que la cosa iba y venía», apunta un amigo de los jóvenes. Ella de 26 años y nacionalidad dominicana y él de 29 años y ecuatoriano.
La primera víctima del año en España por violencia de género relataba a su entorno los problemas de convivencia. Continuos, pero «como los que puede tener cualquier persona».
«Discutían, pero no para llegar a esto. Nos ha pillado por sorpresa», relata Marisa, una de las muchas amigas que este mediodía se acercaron hasta el Ayuntamiento para participar en el minuto de silencio por el crimen.
Tomás Maestre Ramírez, que en este viernes pasará a disposición judicial tras permanecer toda la noche en las dependencias de la Guardia Civil, había vivido algún tiempo en la vivienda donde, presuntamente, asestó en la madrugada del jueves unas 20 puñaladas a la joven.
Los vecinos cuentan que la convivencia había cesado hace tiempo y ahora la víctima compartía piso con otras dos compatriotas. Estas mujeres presenciaron la discusión que desencadenó la agresión y, según las autoridades, tuvieron que refugiarse en una habitación porque el hombre también trato de atacarlas.
El suceso se produjo en torno a las cuatro de la madrugada del jueves. El 112 recibía un aviso y movilizaba al 061 y a la Guardia Civil. Cuando los efectivos de emergencias se personaron en el lugar de los hechos, el domicilio de la mujer, en la calle Rosario Ochandiano, nada pudieron hacer para auxiliar a la víctima, que había fallecido a consecuencia de las múltiples heridas recibidas en el tórax. Al menos cuatro de ellas profundas.
Todo comenzó con una discusión entre la pareja. Pero la riña adquirió una «tan violencia extrema» que las compañeras de piso de la mujer «no pudieron hacer más que refugiarse en una habitación para proteger su vida», según detalló este jueves el delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga.
El presunto asesino, que no tenía antecedentes, se entregó a la Policía Local y, tras pasar la mayor parte de la mañana del jueves en dependencias policiales, a la una de la tarde fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil.
Según fuentes policiales, el asesino estaba «muy tranquilo», hasta el punto de que se quedó dormido hasta que llegó la Guardia Civil. Al parecer, en este caso no había denuncias previas por violencia entre la víctima y su supuesto agresor.
Los amigos más cercanos de Rebeca, que estaba en situación irregular en España, se fueron acercando al domicilio a lo largo de la mañana del jueves sin poder creer aún lo ocurrido.
En declaraciones a los medios señalaban que el agresor «era muy buena persona para todo el mundo». Parte de la familia de la joven fallacida residía en Madrid, excepto su hija, de cinco años, que se encuentra en República Dominicana.
La mujer asesinada en Laredo es la primera víctima de violencia de género en 2019 en España. El año pasado se cerró con 47 mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas. Solo Cantabria, Extremadura y La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla cerraron 2018 sin víctimas mortales por esta causa.